Lucas en el afán en ser una mujer, se desviste de ansiedades, de tiempo y de un suceso, en el cual, se desviste su forma en atraer la mirada y el murmullo de la gente es lo más que desea Lucas. La vida de Lucas se pierde entre el maniquí, su vida, su esencia y, más su presencia. Lucas se debate entre el silencio, la fría verdad, el delirio delirante, el desafío y, su propia vida en una existencia inexistente cuando en el embate de creer que su forma de sentir el silencio en su camino y en esa oscura habitación se cuece de un triunfo mal herido, mal inconsecuente y, mal delirante como fiebre en el mismo cuerpo de Lucas. A Lucas le falta pensar en un nombre, el cual, sea preámbulo a la presencia de ésta mujer. Lucas pensó en varios nombres, nombres italianos, árabes, ingleses y, hasta en un nombre hindú. La esencia de Lucas se electrizó en la forma de observar y mirar a ésa mujer completamente con vestidos sin pensar en la desnudez de ésa mujer. La mujer que crea Lucas tiene faja, tiene senos y, un “corset” que desnudando a su cuerpo realmente queda nada. La presencia de ésta mujer en la vida de Lucas se vio increíblemente increíble y terriblemente terrible y horrorizada de un espanto cuando solamente imaginó cuando un hombre quisiera todo con ella y qué le diría después. Lucas se convierte verdaderamente en ésa mujer con porte, distinción, creación, elegancia, posición social y, con una mirada atrevida y coqueta. El nombre que imaginó Lucas fue un nombre no común, un nombre distinguido, un nombre elegante, con un significado brillante y, como un consecutivo nombre siendo sucesivo, posesivo, muy objetivo y, sin ser subjetivo. Lucas pensó imaginar a ésa mujer hecha y derecha, con clase, distinción y porte. La vida de Lucas transmutó barreras, fronteras, murallas y, todo lo que edifica la construcción de una mujer directa al grano zucumbiendo en un solo desafío de vida, siendo ésta un cruel maniquí, con el cual, se enfrenta a la vida y al murmullo social deliberando a su majestuosa existencia. Lucas electriza a su presencia queriendo atraer a su vida todo menos la hombría en querer ser como un verdadero hombre. La psiquis de Lucas pertenece a la fría emoción y al desafío de una mala atracción en ver un significado en su corta existencia como un frío maniquí e indeleble en su propia vida. El nombre que le da vida a ésta mujer no es italiano, no es árabe ni inglés sino es un nombre común y corriente para que cuando lo busque en “souvenirs” lo halle y no tenga problemas en no encontrarlo ni experimentar en la creación del mismo, tiene que ser un nombre común. Lucas cree en la posibilidad del detalle sin ser fantasía y tiene que ser un nombre muy corriente. El nombre que selecciona Lucas es un nombre con un alto significado, con un balance entre verdad y certeza, un nombre que todo mundo lo recuerde y que no lo olvide. El nombre debe tener distinción, clase, porte y, elegancia como él creó a ésa mujer. La vida de Lucas se torna exasperante, pero, inocua, verdadera y, trascendental manteniendo siempre un decreto en un sólo secreto entre el amor y el placer desnudando a su propio instinto cuando en el albergue de su corazón desnuda paz, tranquilidad, sosiego y, deseo. La vida de un “travesti” es fría, álgida, con miedo y temor a ser rechazado o aceptado zucumbiendo en un desafío delirante y acometido en ver el siniestro percance de dar un nombre a ésa mujer. La vida de Lucas se tornó desesperada, inocua y, muy bondadosa con una humanidad susceptible y perceptible cuando en su sentido se siente como un delirio delirante en saber que el deseo se convierte en realidad. La mujer en el maniquí se torna desesperada por tener un cuerpo para andar, para caminar y, para ser intransigente. La vida de Lucas se fue por donde comienza el destino y se sabe que el camino se cuece de fuego clandestino al sentir pasión vehemente cuando en su afán de dar una señal se convence que quiere ser ésa mujer. Lucas recuerda a Manuela como un buen amor y como la pasión en carne viva, pero, no estuvo en sus planes amar a una mujer más que a ésa mujer creada por él mismo. La vida de Lucas se intensifica como el tormento más vil, más inconsecuente en dar una sola salvación en creer que ésa mujer tiene un poder alguno sobre él. La vida de Lucas se torna impaciente, dolorosa y, mal atraída por una mujer en un maniquí. Porque cuando en el alma de Lucas se sabe que el destino es intolerante, abatido y, mal herido. La vida de Manuela se torna desesperada por reencontrarse con Lucas en la cita a ciegas sabiendo que son Lucas y Manuela. La vida de Lucas se vio intransigente, dolorida y, con ganas en ser una mujer. Manuela con su mejor vestido espera con exasperante deseo a Lucas en su hogar. Manuela no sabe si esperar o marcharse lejos cuando espera a Lucas y ella en el alma se debate en una espera delirante como una terrible y dolorosa fiebre cuando en su afán se cree que ama candentemente a Lucas. Si Manuela desea ver y conocer más a fondo a Lucas como hombre, pero, Lucas realmente está decidido en ser una verdadera mujer. Cuando en el embate de cruzar miradas entre Manuela y Lucas destrozando la forma de ver el cielo cuando Lucas está decidido en amar y ser una mujer. La vida de Manuela fue siempre amarrada y atada a las cadenas de amor de un hombre cuando en el alma de Manuela se aferra al delirio impetuoso de amar la paz que habita en Lucas. Lucas en esa oscura habitación se derrama un deseo, una furia y, un sólo desenfreno en atraer lo efímero, ser como una sola verdad y ser una hermosa mujer. Cuando en la sed del alma de Lucas pintó y dibujó a todo un sol demostrando que la luz sale desde sus adentros edificando la espera de poder demostrar que se siente y es una verdadera mujer. Cuando en el embate de la verdad se cuece una manera y una forma de ver el cielo en una rica tempestad, pero, fue lo contrario un sol impetuoso y hermoso como poder salir a la calle y buscar el momento en que se siente y se percibe en ser una total mujer. La mujer que desea ser Lucas es una mujer decidida, atrevida, coqueta, simpática, pero, muy real siendo ésta como el sol, dejando rayos de luz a la deriva. La vida de Lucas se vio intransigente, abatida y, derrotada por intentar ser una cosa del otro mundo y siendo transmutada. La vida de Lucas siempre fue a fuego impoluto y tan candente como la misma fuerza por amar, pero, quedó sólo y en soledad en esa oscura habitación tramando y perpetrando a una mujer de su imagen como Dios la pudo crear, pero, sin poder llegar a igualarlo. La vida de Lucas se vio insistente y persistente en ser una mujer cuando se electriza el deseo en un convenio colectivo entre mente y corazón. La vida de Lucas se tornó desesperada, exasperante por querer ser una mujer. Lucas posee de todo para poder ser una mujer, tiene peluca, maquillaje, vestidos, “corset”, fajas, uñas postizas, senos, inteligencia, porte, distinción y elegancia. Lucas hace práctica con los zapatos altos porque en realidad nunca los había utilizado. Cuando en el embate de dar una sola verdad que su insistente corazón se abre a un pormenor de sensaciones buenas cuando en el interior de Lucas se aferra al deseo y al imperio soslayando una manera de ver el cielo de frío color. Cuando en el sosiego de Lucas se vio indeleble, pero, automatizando la espera por ver llegar el día de mirarse como toda mujer en el espejo. Cuando en el alma se vio con dolor inconsecuente de creer en el sentido opuesto o adverso de sentirse una verdadera mujer, pero, su instinto quiso ser como el saber de una cosa y es que Lucas es un hombre. La vida de Manuela se edificó en su insistente dolor por saber que el hombre que ama es un “travesti”. La vida de Manuela corre en ser como en saber de una triste verdad y que aún le duele en su alma devastada de iras intransigentes. Porque a la verdad cuando Manuela fue un destino incierto creció como la impureza innata de saber que el destino es frío como es álgida el alma de Manuela. Y Lucas pensando aún en el nombre superficial, pero, muy real en saber de que su mundo es como una fría verdad para ésa mujer que está en el maniquí, cuando ocurre el desenfreno automatizado de un espanto inseguro, pero, tan real como la misma impoluta verdad. Porque cuando Lucas enreda a su delirio delirante de hacer ver y sentir en su alma a una mujer verdadera y tan hermosa, fue cuando se electrizó su forma de dar y de creer en el embate de solucionar un sólo problema y dilema. Si Lucas quiso ser como la misma flor prendida en el jardín del corazón, pero, de una sola mujer creada e inventada por él mismo. Porque cuando en el afán de dar una sola señal se vio mortífero e irreal, pero, trascendente como la misma flor perdida en el mismo desastre de creer en el mismo delirio delirante de dar una sola señal y es que desea en ser fiel como la misma mujer, pero, en viceversa como lo más irreal en ser atrevida, coqueta e infiel en deseos. La vida de Lucas se vio en esa oscura habitación como lo más autómata, pero, transgrediendo a su fiel pasado en ser un hombre total. Y como la verdad impoluta en dar una sola osadía en decir que el desierto es imaginario como la creación de ésa mujer en el maniquí. Porque cuando en la alborada se siente como el sueño pertinaz de un sólo encuentro entre Manuela y Lucas, se da en la órbita lunar atravesando a un sólo cuerpo, pero, no era demasiado la triste voluntad en dar un mal comienzo y era nada más y nada menos que Lucas está vestido de una hermosa mujer. Cuando al comienzo de ese reencuentro frívolo, pero, real, se vio Lucas frío e irreal como el abrir y cerrar de ojos. La mujer que quiere ser Lucas, es atrevida, frívola, coqueta y muy decidida y muy inteligente en distinción, alma, porte y seguridad. Cuando Lucas se siente en esa oscura habitación tramando y perpetrando lo que más quiere ser, a toda mujer decidida, atrevida, y muy coqueta, cuando en el embate de dar una verdad y tan fría como lo acometido, se enfrío el alma en un santiamén. Si a la verdad se aterró en ser como la verdad fría e impoluta, en dar con la certeza de un sólo silencio, porque a la verdad que Lucas, cuando se viste de mujer es realmente una sola distinción autónoma. Y creyendo que el silencio se debate en una sola verdad se edificó su insistencia, su carencia y sus penurias de hombre solitario en esa oscura habitación. Cuando ocurre el frío desenlace de mirar fríamente a Manuela y a sus propios ojos, cuando se reencuentran en el hogar de Manuela. Y Manuela indeleble, fría, mortífera, irreal y con muy álgidos sus sentidos, abre la puerta de entrada a su hogar y cree en ser la mujer más honesta cuando con una sonrisa espera a Lucas, pero, no, no era Lucas. Y siendo una mujer esbelta, con distinción, y muy simpática por expresarse a la entrada de la puerta, le dice un cálido “hola”. La mujer que tiene enfrente Manuela, es una mujer con porte, distinción y con un cálido abrazo y muy inteligente abraza a Manuela. Y se siente como la suave delirante y tan majestuosa brisa con un olor a rosas innatas y que hasta envidia le da a Manuela. Y la mujer salió de esa oscura habitación y Manuela espera a Lucas, pero, que en realidad no es Lucas sino una mujer de alto calibre y de un estirpe innato, con una inteligencia en sabiduría que quiso abrir de par en par a su propio corazón, pero, no pudo más que saber que el suave desenfreno es tentar a la suerte de un sólo precepto autoritario y era en ser una verdadera mujer y tan hermosa como la rosa. Cuando, al fin y al cabo, fue una mujer inteligente, capaz, tolerante y, muy feliz y muy atrevida. Manuela se enfrió de nervios y de temor cuando, a su puerta aparece ésta mujer que sin mediar palabra entra a su hogar hasta que Lucas decide decir que es Lucas. Manuela queda con lluvia en el alma y, con una lágrima en sus ojos por saber la triste verdad que Lucas es un “travesti”. El “travesti” Lucas es feliz socialmente, aunque, en el afán de creer que su eficaz mundo no existe murmullo, desprecio ni rechazo sino todo lo contrario un amor como nunca, disolviendo la ira de la sociedad donde el sol no entra. La vida de Lucas se tornó amante del “travesti” y fue feliz menos Manuela que quedó con la lluvia en el alma al ver que su amor era un “travesti” y, Lucas, por fin, revela el nombre de la mujer que quiso ser y es Rosa, un nombre tan común como corriente sabiendo que su esencia se debate en ser una hermosa y bella mujer. Y, así, Lucas la creó, la imaginó y en esa oscura habitación pudo saber que el destino es tan real como poder ser una verdadera mujer.
FIN
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2023 a las 00:02
- Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Manuela se decepciona por un amor que se convierte en un feliz “travesti”… y la lluvia en el alma sólo llora como una triste margarita…por no poder amar a ése hombre…y sólo la novela transcurre en la oscura habitación en que sólo Lucas imagina cómo ser una mujer….Mi #5 de novelas en el año 2023…Mi #123 de novelas cortas hasta en el año 2023…
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
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