Pisaba fuerte la acera, mirando hacia todos los lugares,
Escuche cada paso, mire los callejones, los carros, la gente,
Mire cada rostro memorizando sus lunares,
El color de sus zapatos, si llevaba tatuajes,
No me fie de mujeres ni hombres,
Pero mi corazón se detuvo cuando una voz me decía “súbete bonita”,
Me detuve para grabar su voz, su sonido, el timbre,
Camine fuerte, haciéndome más grande por si aquella bestia me quisiera comer,
Me da tanta ansiedad y miedo salir, sin mi papá, sin mi hermano, sin mi novio,
¿Debería saltar?, ¿correr?, ¿esconderme?,
Tan cerca de los oficiales y su risa me deja notar que son cómplices, están dementes,
No fue necesario acosarme en un callejón en medio de la noche,
Si es suficiente con las palabras que escupe su boca todos los días,
Usted siendo padre, hijo, teniendo a su madre,
Me acosa en el transporte,
Mi cuerpo no es su propiedad,
No me pida un beso, deje de decir cosas estúpidas, yo no soy la que lo provoca,
Deje de mentir y que todo el mundo le crea,
Yo podría ser su sangre y aun así veo que no le importa,
Desea tocarme, robarme de mi casa, de mi familia,
le enloquece la idea, de que yo este con usted a solas,
No le importa mis palabras, con tan solo cubrir sus necesidades,
Pero, aun así, luego de incinerar mi cuerpo, usted se seguirá sintiéndose vacío.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2023 a las 17:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
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