La poesía no toma prisioneros.

Gustavo Cavicchia

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Entre mi , entre yo, Dios hace su siesta.
GC
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Me pasa ciertas veces,
pero no siempre
que con la misma facilidad con la que
una frase o un verso se hace en mi mente
se pierde en mi mente.

Puede ser un cuento,
cualquier pequeña historia.

¡ QUé pocos minutos dura ese universo !


¡ todA una constelación de personajes con la velocidad de una chispa neuronal ya no son nada !

Se queman para siempre
quedando un Déjà vu sombrío sobre el mundo cotidiano,
que hace
la calle,
los árboles,
la gente,
extraños desconocidos.


eS entonces cuando
un malestar poco definido entre el pecho
y los omoplatos va tomando forma ;
crece hacia la cabeza,
haciA las piernas.

El cuerpo toma la densidad del aire,
nada es concreto,
ni complejo,
quiero decir extremadamente simple.

Como si un pequeño escolar pasase su mano con la goma de borrar
sobre el papel ajado del cuaderno.

En esa liviandad de pronto el miedo.

¿ Y si yo también fuese el poema de alguien, una pequeña historia, un sueño?

El desasosiego liviano se transforma en peso,
vuelvo a recordar mi nombre,
a tener una casa, un perro que ladra,
una mujer
donde volver.

Pasa algunas veces,
no siempre,
que olvidar un poema se torna peligroso.

Pero Peor es soñar con música.

aL despertar es inmensa la tristeza.

por Gus .

A María Kodama viuda de Borges

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  • Autor: Gus. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de marzo de 2023 a las 02:16
  • Comentario del autor sobre el poema: Un pequeño homenaje a Borges.
  • Categoría: Fantástico
  • Lecturas: 29
  • Usuarios favoritos de este poema: CARLOS ARMIJO R...✒️, Paris Joel
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Comentarios +

Comentarios1

  • Martha patricia B

    Inquietante panorama. Interesantes letras, únicas talvez a veces somos solo boronas
    del borrador de alguien inclusive de nosotros mismos. Gracias por destapar mi cerebro. Abracitos

    • Gustavo Cavicchia

      Borges escribía que que si Dios deja de soñarnos por un instante desapareceríamos en el acto y que talvez solo es un niño haciendo sus primeros intentos de algo. Mucha tristeza me dio saber que su mujer dejo la vida en Buenos Aires a los 86 años hace algunos días. Agradezco tu sensibilidad y tu atenta lectura Martha.



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