CONVERSANDO CON EL MAR

Me levanto por la mañana,

Ávida por deleitarme, conversando con el mar

Paseando entre tus acantilados,

Sendero que sube por la montaña.

No hay palabras, no hay escritura,

Que describan lo azul de tu hermosura,

Se expresa mejor en silencio,

Callando lo tuyo y lo nuestro.

Oh! Voluptuoso mar!

Estoy aquí haciendo espera,

De tus consejos y griñetas

Quedaré tranquila, al escucharte lo que yo quiera.

Corriendo, me mojas,

Con olas inundadas de misterios,

De aquellos años ya pasados,

Con lamentos de promesas que nada fueron.

Vienes y te vas, nada respondes,

Me apabullan tus mareas,

De continuo voloteas y resbalas

Esperando impaciente tus respuestas.

Jamás balanceará tu lomo milenario
La nave que me lleve desde esta tierra mía,
me arrastras y confundida, te llevas,
Mi juventud inmóvil y mi melancolía.

Sabes? Me empobrecí porque perdonar abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Poderosa es la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón noble como una tonta!.

Vuele mi inspiración, mi esperanza vuele!
La vida mía ha sido terrible,
ha sido una desdicha incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele!.

Cuantas cosas guardas Oh mar!

Si la arena hablara… de sus huellas me contara,

Si la piedra hablara, tantas historias de amor narrara,

Aquella ola, penas tuvo que llevarse y evitar que yo llorara.

Pero aun así una lágrima  tras otra cayó

Mi gran amigo, paradisíaco mar, las recogió,

Las arrastró hacia su cuerpo azul y puro

Mezclándolas con sus aguas lejos de mí las llevó.

Entre mi llanto, y los ecos de mi habla titubeada

Escuché una linda voz

Que con oleaje, diciendo lo siguiente me acariciaba:

Has de volver amiga mía,

Aquí te esperaré y te ayudaré

te escucharé, y dulcemente al oído te hablaré

Miraré lo que tus bellos ojos claros dicen

Algo que tus labios solo amor envuelven!

Ahora vuelvo amiga mìa!

Las olas, mi ausencia están aclamando,

Para formar todas unidas

Lo tan hermoso que solo Dios ha creado!

Y ya no llores me dijo!

Piensa en lo lindo que es amar,

Quizás de a pocos lo sepas,

Primero empieza por perdonar!.

Yo le dije: he conocido un ser maravilloso!

Que con cariño me enseña a no guardar rencor

Porque de eso solo se encarga el señor!

Ella me dijo: Piensa mi querida niña!

Dios no te abandona! Te rodea con sus brazos,

Te protege con su poder,

Tu sabes, él te ama tanto!

Y pase lo que pase, quizá sea por tu bien!.

Anda y ve me dijo! Piensa y reza

 Por ese ser maravilloso que has conocido,

Míralo a los ojos y agradécele

Por la sonrisa y amor que te causa

Por esos nervios que sientes cuando lo ves

Por esa ternura de su mirada,

Por el deleite que te causan sus pestañas,

Y porque él es quien en sueños te acompaña.

Le respondí: no sé si él me quiera igual,

No sé que de mí espera, no lo quiero imaginar,

Yo solo quiero quererlo y su corazón no dañar,

Ella me respondió: tienes inocencia de alma pura,

Quizás a él le pase igual, aunque no puedas creer,

Puede sentir algo por ti, que nació y va a crecer!,

Lucha por ese amor, si no lo quieres perder,

Yo, el mar, estoy aquí, mi presencia siempre vas a tener.