Ya estuviste, triunfante,
y pasaste, sobre viejas glorias,
portaestandartes de baja estofa,
hermana, madre, tutora: tú,
tú sola, al lugar
de donde nunca vuelve nadie.
Ya no recibirás más insultos ni
improperios; no será la aurora
allá en los cielos, ojo para ti
brillante, mas refulgirá tu sombra.
Buscaste siempre, en tierra, el agua
soñadora, la jauría invalidó tus terrenos,
delimitando lo que ellos pretendieron
como únicamente bueno. Oh, tutora,
hermana, madre. Yo veo en tu sueño,
una ligera hora, de vaivenes e incipientes
luces: no volverás nunca a ser injuriada
ni vivirás bajo esta lamentable y eterna
sospecha terrestre-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2023 a las 04:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, Juan 56, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., José Luis Galarza, MISHA lg, Alberto Diago, Alexandra L, Texi, María C.
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