Aire denso, se hace notar
Tras la derrota del bárbaro guerrero
El monstruo desatado, no gobierna en paz
Y se muestra obseno y fiero
Patria aguerrida, resta cualidad
A las vidas de los contrayentes
Que asumen, que en la posteridad
Atraerá negativas, aún incipientes
Vástagos afligidos y con necesidad
Comen carroña en el desierto
Llenan sus estómagos, de oscuridad
Y el contingente, los cree despierto
Flagrante rol de desprecio
Aturde la libertad de los humanos
Arriban a su locura, los necios
Cebándose, mientras agitan sus manos
El monstruo tildó su victoria
Comprando obediencia a cañonazos
Los lacayos ciegos, le construyeron
Un castillo, que postró en su regazo
La entelequia conduce a desconfiar
Pues los líderes escupen a diario
Que la paz, no tendrá nunca lugar
Si no hay armas en el vecindario
La pertinencia, de la agonía
Nos guía hacia el retraso
Pero al mundo, le convendría
Asentarse paso a paso
Ascendiendo la loma del conocimiento
El espejo se ve retribuído
Mientras el listo coge aliento
El tonto se ve afligido
Almas de agua
Cuerpos de piedra
Sol en tú cielo
Y rocío en la hiedra
espectro social invidente
Que acoge a la muchedumbre
Creen que su dicho es decente
Y le votan por costumbre
fiebres de celosía y cartón
Calientan, fugaz el instante
Donde vibra, estóica, la razón
Del intelecto estimulante
No es lo mismo, la comunión
Que va sumando intereses
Que cada uno, recular
Esperando a ver qué se cuece
Ley noctámbula que comprime
Los deseos más aberrantes
El rey de todo se exime
Con un poder deliberante
Si el santo obtiene lugar
Su dicha transforma el espanto
Si la luz que se tercia vulgar
No alumbra a la moneda de canto
- Autor: Pedro Antonio Borges Rodríguez ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2023 a las 09:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
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