Parásito

Un día vi algo que no tenía sentido para mí, y tratar de comprenderlo fue un parásito que se alimentó de mis pensamientos, de mis recuerdos y de mis expectativas. 

Con su voracidad fue acabando cada fruto de ilusión y dejando a su paso la excreción  de su insaciable apetito en forma de recelo, duda y desesperación; intenté matarlo o sofocarlo, pero solo conseguí preservar pútridos frutos mordidos de apatía, sarcarsmo y desmotivación. Darme cuenta lo diferente que era yo, terminó por convencerme de que debía sacar aquello de mi mente, y solo pude hacerlo sacandote a ti de mi vida. 

Ahora solo aparece cada dos de tres días una misma frase, que he intentado mil veces dejar que fluya como verso, pero no nace. Solo está ahí, imperene en mi cabeza como epílogo de nuestra historia:
" Quisiera contarte ayer
esto que me pasó hoy"