Toda la tristeza del presente se debe exclusivamente a mí
todas las ganas de gritar, de gritarme
se recogen en más de un puñado de tropiezos y de propia indiferencia
existen tantas apuestas del alma perdidas
Luego, se supone que todo es aprendizaje y que no existe la soledad
luego, uno se incorpora y simula vivir y dominar al tiempo
entonces somos una máquina que esquiva la presencia de su creador
entonces somos un fuego que no arde y que no quema
Despedimos las ilusiones voluntariamente
somos los testigos del fracaso que nos susurra por las noches
y después de todo suponemos nuestra fortaleza
y después de nada, andamos por las calles buscando consuelo
Quisiéramos estar en otros paraderos
quisiéramos tener una vida superlativa
pero no estamos dispuestos a reconocer lo que no decimos
guardamos silencio en la puerta de todos los palacios
No sabemos qué motiva nuestros deseos
responderíamos a una pregunta sin miedo o sin pena
si pudiéramos dejarnos reconocer por nuestra propia sombra
que cruzada de brazos
simula una mirada de compasión y consuelo
- Autor: Allen Andree ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2023 a las 19:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Eduardo
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