El reloj del fin del mundo

El reloj del fin del mundo

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Se acercan a pasos agigantados tiempos difíciles para la existencia de la tierra hermosa 

Se acelera y se adelanta el reloj del juicio final en forma creciente, espeluznante y peligrosa

Peligra la existencia del ser y con ella la naturaleza, qué, Dios la dio en forma maravillosa

El reloj del tiempo, marca noventa segundos para el inicio del fin, en forma alarmante y rigurosa

Se acerca apresuradamente el fin de la humanidad, con políticas de soberbias y de egos tenebrosas

Cada minuto, cada segundo, el reloj del apocalipsis lo anuncia con su tic tac, en forma presurosa

Las manecillas del reloj, esas piezas alargadas y puntiagudas, anuncian consecuencias irreversibles del fin del mundo, llenas de horrores y pavores espantosas

La existencia del reloj del tiempo es real y se vive a cada instante con sus retos y duelos, de angustias dolorosas

El reloj del apocalipsis, no es para infundir miedo, ni pánico, sino ver la realidad que se acerca y acecha horrorosa

Nos indica que hay que hacer un alto en el camino y ver lo que se está haciendo mal y buscar una salida armoniosa

La vida no tiene repetición, ni el tiempo reverso y la naturaleza no da espera, ni es nido de maldad, ni es rencorosa

La humanidad camina sobre arenas movedizas, derechito al camino polvoriento y espinoso del apocalipsis misericordioso

El reloj del juicio final, es una metáfora, es un recordatorio de los peligros que azotan al ser en forma azarosa

Es abordar con sabiduría y sapiencia, los males que aquejan a la humanidad en forma seria, meticulosa y rigurosa

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El reloj del fin del mundo es una herramienta simbólica, de ver con otros ojos, las otras perspectivas y las otras realidades

Es crear conciencia, que la humanidad pude en cualquier instante desaparecer y llenar la tierra hermosa de sombras y oscuridades

Amenazas que van y vienen, de unos y de otros, acrecentando miedos, caos, pánicos y ansiedades

Riesgos, que multiplican la vulnerabilidad del ser, ante los nuevos acontecimientos y sus gravedades

Son escasos segundos antes de medianoche, despertando la zozobra de las acaloradas intimidades

Se vive en una época sin precedentes, de peligros, de autoliquidación, de terror, de guerras y de escalofriantes crueldades

Sequías, veranos ardientes y calurosos, tiempos de confrontaciones y crueles hostilidades

Crecientes de caudales con sus inundaciones, de tornados, de huracanes, de lluvias torrenciales, que arrastran del aire, embistiendo tempestades

Proliferación de virus, de pandemias, acrecentando de la salud, sus atroces y mortíferas enfermedades

Terremotos, erupción de volcanes con lavas que se deslizan hirvientes, destrozando todo a su paso, con sus enormes fatalidades

Guerras y muertes de seres humanos, entre países hermanos, con catástrofes, dejando misera y pobreza en la oscuridad de sus soledades

Cambio climático, hiriendo la esplendorosa naturaleza, dejando en tinieblas al ser, cubriendo de llantos en sus debilidades

Proliferación de armamento nuclear, fin del mundo y exterminio de la humanidad, del amor y de todos los albores con sus bondades

Riesgo inminente de desaparecer de la faz de la tierra, la semilla del ser y de su naturaleza, con la belleza de sus solemnidades

Se está rebosando el reloj del apocalipsis y la tierra se cubrirá de sombras, de miedos, de fantasmas, de muertes y de maldades

Políticos y gobernantes del mundo, que el reloj del tiempo los señala con su enojo, llenos de soberbias, de egos, de sus atroces vanidades

Las catástrofes ambientales crecen, como prolifera el aire enardecido, contaminando a la tierra hermosa, con los incendios de la selva y otras barbaridades

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¿Qué estamos haciendo tú y yo y el de más allá, por preservar la hermosa y placentera vida?

¿Qué están esperando los gobernantes del mundo, acaso esperar del uno o del otro, su escalofriante y atroz caída?

¿Qué están haciendo los científicos con sus tecnologías divergentes, disruptivas, cibernéticas, inteligencia artificial, por las nuevas generaciones asimiladas y comprendidas?

¿Qué granito estamos colocando cada uno de nosotros para detener el cambio climático, qué la tierra desangrándose por la herida, no olvida?

¿Cuáles son los interrogantes que erosionan la conducta de los líderes internacionales, de la corrupción y sus escalofriantes movidas?

¿Acaso somos ciegos y mudos, para no advertir el sonido del tic tac del reloj del fin del mundo y qué por mí, otros desgraciados decidan?

¿Acaso no vemos las catástrofes que azotan a la hermosa tierra, en su esplendorosa naturaleza, que llora impávida y no quiere ser desaparecida?

¿Dónde están los laboratorios de armas nucleares, químicas y biológicas, que quieren acabar con la humanidad y del ser, su vida rozagante y querida?

¿Acaso no se amenaza con una guerra catastrófica nuclear, sin límites y por el hombre sabio, el estallido mortal permitida?

¿Acaso se nos olvida, las guerras con bombas nucleares del ayer y la llama de la supremacía en lenguas encendida?

¿Acaso se nos olvida rápidamente la pandemia, las inundaciones, terremotos, el paso acelerado del cambio climático con sus desastres y que la mente pasa y la muerte se va desaparecida?

¿Acaso cada kilogramo de dióxido de carbono, que el hombre emite a la asfixiante atmósfera, es abonar el terreno para el desastre de la vida en muerte y en demonio convertida?

¿Acaso no han visto el aumento de la temperatura global de la tierra, de las crecientes de sus aguas y mares contaminados, asfixiando la respiración, con señales de ahogo advertida?

Es el reloj del tiempo, que marca los segundos finales del fin del mundo y fin de la vida, sin llantos tardíos y del sufrimiento al cadalso del abismo, terriblemente y de su muerte agónica sufrida.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga abril 05-2023