I
Adán, amigo mío, ten cuidado con esa
que intentará que sigas sus pasos.
haz tu camino y cumple tu promesa
y no dejes que te ate con sus lazos.
II
La del valle de Sorec, llamada Dalila,
te venderá por mil cien piezas de plata,
pues ella tiene sus pretendientes en fila
y a todos con fuertes sogas los ata.
III
Si le cuentas cual es tu debilidad
ella misma cortará tus cabellos
para darle al filisteo una oportunidad
sin que puedas defenderte de ellos.
IV
Te dirá que en realidad no mereces
ni su amor, ni su respeto, ni su cariño
porque tú, en tu ego, no la obedeces
exactamente como lo haría un niño.
V
Ella suele usar su encanto y su cama
y decir dulcemente que te ama;
Si eso no funciona, su llanto derrama
o públicamente tu reputación difama.
VI
No debes dar a ninguna mujer tu fuerza
si no hay valores y virtudes en ella
pues es su decisión ser buena o perversa
aun si es señora o doncella.
VII
Engañosa es su gracia, y vana su hermosura
por eso no debes cambiar tu postura
al ver la belleza que destella su figura
ni al sentir su delicadeza y su ternura
VIII
Si no es virtuosa, no evitará lo que está mal;
y comerá del árbol prohibido nuevamente,
nunca asumirá responsabilidad material
y dirá que fue culpa de la serpiente.
IX
¿Quién hallará una Mujer Virtuosa?
Si la hallas pídele que sea tu esposa,
protégela, constrúyele una casa hermosa
y trátala como al pétalo de un rosa.
X
Bendice su vida con un hijo disciplinado
y con una hija virtuosa y decente:
Sé tú para ella el hombre indicado
y ella será para ti paz diariamente.
- Autor: Socrates MacDonna ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2023 a las 12:30
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
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