Lo hecho, hecho está

Sufre ansiedad cuándo se ve encerrada, atrapada sin encontrar la salida. Sufre ansiedad cuándo su soledad se convierte en enemiga y un nudo empieza a ahorcar; un cigarro, dos cigarros, tres, cuatro... un paquete de los grandes no calma la indignación que entra en escena cuando no hay con quién destapar la furia. Los hijos la ataron de tal manera que siente que no puede con tanto. Un esposo desatento, desconsiderado tira de la cuerda deteniendo sus pasos; el desinterés es cada vez mas grande. Ya no se arregla, ya perdió el placer de una ducha caliente, el entusiasmo de comenzar su mañanas, el desayuno prolijo, una limpieza impecable. Todo se torna rutinario y quiere escapar, irse lejos, reencontrarse y retomar una vida en libertad. No obstante no hay vuelta atrás, lo hecho, hecho está, no hay regreso al pasado y eso la hunde peor, entonces se deja vencer.
Los lamentos no sirven, el arrepentimiento solo es un efecto secundario de los errores cometidos; quejas, rabia, desesperación. Gritos mudos, uñas partidas, manos arrugadas, un rostro opaco, la hacen verse mas grande de lo que en realidad es.
Ella sufre ansiedad de una vida opuesta a la soñada o planeada. Se detiene a observarse y desconoce a la muchacha que decía "amarse con intensidad". La que añoraba recorrer el mundo y dedicarse al arte de paisajes pintados a mano. Relatos contados sin olvidar ningún detalle y postales grabadas en una memoria a largo plazo. Todo eso quedo en la nada, todo es diferente; se encuentra incompleta, el tiempo se le fue y la vida común llamada "familia" la rapto para siempre.