Te entregas a la tierra
y no eres de nadie. Quizás
promesa de viento y aire
que, un día, voló lejos,
hacia fuentes innombrables.
Las espigas milagrosas
ofrecen su calor mineral,
sobre la siesta; son de alabastro
las manos incendiadas entre
los pinares. Tu infancia, secreto
a voces, circula contra el mundo,
asestando golpes como blancos
túmulos; eso fuiste, raíz escondida
en el tiempo fugitivo.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2023 a las 00:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, ♦Crystal CG♦, Annabeth Aparicio, WandaAngel, José Luis Galarza, Alberto Escobar, Carlos Eduardo, Classman, Alexandra L, alicia perez hernandez
Comentarios1
Gracias estimada poeta. Un abrazo!
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