Volaban dos blancos corceles por sus jinetes guiados. La orden ha llegado.
Los corazones y su arrebato van a cumplir el mandato.
Las altas lomas no importan y su poderío soportan.
Nobles y fuertes robles observan como el bravio se aleja.
La noche ya se cierne sobre la cumbre vieja.
Lejos aún queda el destino otro día en el camino.
Galopan sin tregua en la llanura
sus inciertos destinos exigen premura.
La sangre demandada debe ser derramada.
Meditados pensamientos antes de entrar en tormentos.
El gran astro refleja en el acero su realeza.
Hilos de plata al viento sus crines, son dos auras afines.
Cruzan arroyos, bosques y colinas dejando atrás las ruinas,
y las ánimas penitentes
con su fulgor, arrojan en la senda luces del alba.
¡ Tú ! Rey cruel! Que de humanidad renegaste.
que con tus propias manos de adorables almas la vida segaste.
Dos criaturas amadas
sin las caricias soñadas.
Dos ángeles de ternura
muertas por tu empuñadura.
La venganza cabalga, implacable y rauda
pronto llamará a la puerta saldando con tu sangre la deuda.
- Autor: Pedacito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2023 a las 04:42
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Pedro J., alicia perez hernandez
Comentarios1
Un CUENTO muy bien contado.
BIENVENIDO!!
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