Ya no estas, te me fuiste, dejándome solo y triste. No veía yo la luz del sol, mi cuarto se lleno de oscuridad. De pronto una suave voz con un dulce susurrar me dijo: hay que volver a empezar.
Todo cambio de pronto el cuarto que a oscuras estaba se iluminó y aprendí agradecer por lo vivido y sanar desde lo más hondo. No hay amor sin dolor y se sufre por amor.
Lecciones deja la vida y hay espinas al caminar, pero el dolor se ha de soportar y sacar fuerzas se tendrá para volver a empezar.
- Autor: Benito Lucero A. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2023 a las 14:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Zapalandia
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