Vivir sin Silvina

 -¿Qué es vivir sin amor?-
Es resignarte a pasar tus días con una persona que no te considera en ningún sentido, por la noche llorar al verte solo en una recámara fría, después de haberlo apostado todo. 

Vivir sin amor es no quererte lo suficiente, que las semanas sean largas y grises constante. Perder el control y alterarte en segundos; aunque no sea bien justificado. 

Vivir sin amor es eso, una represión al calor, dulzura, palabras salidas del alma y qué sé yo, si realmente el amor sea eso. 

Supongo que es no querer dejar ir para no sufrir. -¿no crees qué en realidad sufres mas quedándote?- (...) Eres capas de apagarte con tal de no pasar el duelo de una pérdida que en realidad comenzó hace mucho tiempo atrás. Sí, tienes razón, pero el hombre no puede evitar el masoquismo. 

-¿Por qué?- -¿Será la esperanza?- 
En lo personal opino que nos engañamos para no reconocer nuestro gravísimo error. Y sigues dejando pasar tu... La verdad es que ya estoy cansado de hablar de amor, una pareja rota desde la primera cita... ¡QUE TONTERÍA!

Estoy re podrido de preguntarme si me ama o no me ama, si llegaremos a entendernos. Estoy grande ya para esperas, ilusiones y para soñar pavadas. 
El amor es un tema que no quiero volver a tocar, ni luchar por ganarme el cariño de alguien que me demuestra indiferencia. Ya no soy partidario de nada de eso, ahora quiero centrarme en vivir tranquilo, sin que la cabeza me de vueltas con el rostro de una mujer bella pero cruel; 《si quiere irse, pues que se vaya》Estoy saturado de problemas de fácil solución, harto de intentar y no ser correspondido. Sus señales son claras y debo dejar de cegarme, ya ha dicho que no me ama, ya ha repetido una y otra vez que “no quiere nada conmigo”.
Dejamos de dormir en la misma cama, perdimos el diálogo y cada uno vive su vida sin pasarnos factura de nada. Vamos por caminos contrarios, nos hemos convertido en extraños, en fantasmas y diga lo que diga no puedo evitar que me duela. 
La convivencia es viuda, porque ella se levanta antes que yo; puedo oírla desayunando en la cocina sola, lavando su taza y verla sin estar ahí, arreglándose para marchar al trabajo. En mi caso, me levanto cuando oigo el portazo. Voy al baño, preparo el café y me siento a leer el diario. Mas tarde me doy una ducha y alisto mi maletín para salir en dirección al triste despacho de abogados que yo mismo abrí después de haberme casado con Silvina. 《En ese entonces éramos felices, compartíamos todo, nunca falto tema de conversación y reíamos mucho》  Por eso digo que la convivencia es viuda, porque a pesar de compartir el espacio, actuamos así; como si ella hubiese muerto, o como si yo estuviese muerto para ella. Y en realidad lo estoy, estoy muerto... de dolor y a su vez de amor por mi Silvina. Me consuelo viviendo con ella sin amor pensando en que al menos todavía puedo verla cuando nos cruzamos accidentalmente en el departamento, puedo sentir su perfume desde los cimientos de nuestro edificio y sin querer me emociono al saber que pronto entrará por esa puerta. 

En conclusión, vivir sin amor, es de alguna manera continuar a su lado.

-¿Vale la pena?- No lo sé, pero no me imagino vivir sin Silvina.