RAMA

Allen Andree

Sabe el árbol de su fruto

sabe la tierra de la brisa de los mares

existen relaciones que priman en su "sí, acepto"

conocemos el sabor de las heridas

recobramos un sueño que creímos perdido

 

Y de tanto imaginar

de tanto compeler al pensamiento 

las murallas se hicieron hologramas

y ahora nos exponen una vida 

una vida con potencia

 

Toda la concreción venida

todos los rasgos que vimos

que tocamos

están unidos en un nuevo corazón

en una nueva entrega que parece la primera

 

Entonces la pregunta que espera

somos capaces

el valor de vivir se hace supremo

encarnamos un poco de alegría

 

Seamos felices cuatro horas al día

cuatro horas que no son 

seamos felices en nuestras manos

en una caricia que no vemos venir

seamos felices por puro merecimiento

 

Existe una voz que nos sugiere ser sordos

que nos invita a aprender a callar

a alimentar una ceguera 

y evitar las miradas de incomprendible orgullo

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