Hubo días en los que la alegría de los niños inundaba el mundo -por decir mundo me refiero al barrio ubicado en el pueblo de mi padre- su energía y sonrisas llenaban el aire de sonidos. Yo me encontraba entre ellos.
Jugábamos Hasta que nuestros padres nos arrancaban de las calles. Mis primos y yo no nos molestamos, sabíamos que mañana sería otro día. El futuro era seguro al igual que el llamado para jugar escondite.
Y el futuro llegó claro, pero no el llamado. Llegó de todo, llegó la pubertad y llegó también el tiempo para que nuestra generación quedará atrás. El barrio quedó vacío. Y por años reinó el silencio de los niños. Hasta que de repente sin darme cuenta los volví a escuchar corriendo por el barrio reclamándolo como suyo.
- Autor: Juan Paramo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2023 a las 20:41
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Es una gran verdad, crecemos y abandonamos el barrio, el que creíamos tan nuestro...nos vamos y las generaciones que vienen detrás lo reclaman como suyo...y así indefinidamente
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