UN CEMENTERIO HECHO DE CRISTAL

...Un cementerio hecho de cristal… así quedó todo tras largos días de llanto…

Hermosos cadáveres con pálidas mejillas, deambulan por ahí en busca de aquello que les devuelva la vida, iluminadas sus lápidas, tan llenas de todo que se han quedado vacías…

La niebla espesa perfuma de humedad cada sitio, cada rincón, cada espacio… como si pretendiera quedarse allí… como si deseara impregnar de si, de tal manera, que ella misma pierda su aroma…

Agitados ellos, se mecen tratando de salir, de arrancar sus raíces del suelo que los ata…quieren correr… ganarle al tiempo, volver a casa…

No existen las palabras, han enmudecido todos… sus cuerpos tiemblan, es tarde ya, lo saben, lo sienten… poco a poco son capaces de sentir su corazón detenerse…

Sólo mis ojos disfrutan tanta quietud y silencio, en cada paso dado, en cada suspiro, en cada sonrisa, en cada lágrima que vierto… me siento más vulnerable y más  seguro al mismo tiempo…

No  temo mirar al cielo, no hay razón alguna para tenerlo, nadie nos observa, nadie nos escucha… cuando levanto la vista trato de encontrarla, me entristece el no poder verla ahí, reluciente y magnífica en lo más profundo del cielo…ellas, también se han ido…quizás duermen, quizás juegan, quizás su escondite es el mejor palco para tanta fascinación... quizás…

…Un cementerio hecho de cristal, así ha quedado todo tras largos días de llanto…

Desearía no despertar y a la vez no dormir, no debo hacerlo… me encuentro tan a gusto ahora, entre una mezcla de felicidad y miedo… un miedo que no asusta… al contrario, llama…

Tengo frente a mi, aquello que más quiero, viento, lluvia, frío y silencio… es un festín para mi alma… y un asesino para mi cuerpo… y aún así, libero mis sentidos, para degustarlo todo, para saciarme de esta noche… llenarme de ese sabor, ese sabor que te congela como el fuego, que calma la sed por saber quienes somos en realidad por dentro… ese sabor capaz de elevarte a lo más alto del cielo en un beso… y dejarte caer entonces hasta el mismísimo infierno…

Lo disfruto así y aunque mi razonamiento sabe que ante la razón esto no es del todo correcto, me quedo aquí y ahora… me entrego sin temor a ella, a su oscuridad, a sus fríos besos que gota a gota me embriagan más, me regalan sueños…

Así es ella…, esta noche, un cementerio hecho de cristal tras largos días de llanto… mi ciudad se quedó quieta… ha perdido su brillo, su aroma no es ahora el de gente sonriendo, sólo grises y mojados pasos en el pavimento, en el que sólo los hermosos cadáveres deambulan, como buscando entre las sombras una razón de contento, un minúsculo momento para  poder sonreír… mas, no pueden hacerlo… el frío se los impide, sus pensamientos se los arrebata el viento… y la lluvia juega bruscamente con sus cuerpos… se ven tan tristes todos ellos... su hermosura se ha desteñido, sus cabellos se han deshecho, sus perfumes se han lavado en menor tiempo  del que hubiesen supuesto…

Huyen como si del cielo cayese fuego, como si el agua los mojaría tanto que los despojaría de ellos mismo… qué quedaría entonces?, mucho para quienes como yo queremos, nada para el resto…y yo,… yo en cambio sigo observado, soñando y queriendo, luchando por quedarme aquí, en ella… escapando de los días, preguntándome el por qué debe jugar así la ironía?... darme la capacidad de amarla como nadie y herirme en su compañía…

Por qué le ha dado a mi cuerpo un corazón que no entienda que deseo sus caricias?... por qué se resiste  mi sangre a correr cuando ella llega?... por qué no  logra mi alma, danzar entre sus besos, volar  abrazada al viento y conservar todo esto en el mejor lugar que tengo…

… Ha despertado la noche, ha llegado a mi de nuevo… una vez  más me ha regalado ese aroma a tierra húmeda, ese antojo por echar a volar mis sueños… esa necesidad de quererla… de sentirla… de amarla como la amo ahora… esa ansia de poder un día verla, juntar nuestras manos y sentir su corazón junto al mío, escuchar su voz, su risa, sentir por vez primera el calor de su piel… el sabor de sus besos…

Me siento vivo entonces, y regreso a ella… a mi noche, a mi frío, a mi lluvia y a mi viento… hasta que ella pueda estar conmigo… mientras la espero…