La chica de humo.

En la noche fría de la ciudad,
bajo el brillo de las estrellas,
la chica de humo aparece,
con su figura tan bella.

Sus ojos oscuros y profundos,
reflejan un misterio seductor,
mientras su risa suena en el viento,
como una dulce canción de amor.

La chica de humo se mueve con gracia,
como si bailara al son del viento,
su cuerpo es ligero como una pluma,
y su alma, libre como el firmamento.

Pero aunque su belleza sea cautivadora,
nadie sabe de dónde viene o hacia dónde va,
tal vez sea una ilusión, un sueño pasajero,
que se desvanece como el humo en el aire.

Pero mientras la chica de humo siga presente,
nunca dejaremos de admirar su belleza,
porque aunque no podamos tocarla ni abrazarla,
su imagen quedará grabada en nuestra cabeza.

Así es la chica de humo, un ser enigmático,
que nos hace soñar con un mundo mejor,
donde la belleza y la libertad sean una sola cosa,
y donde el amor sea la única razón de vivir.