Amada

Luis E. Pedraza Rodríguez

Morena de ojos preciosos
y de sonrisa serena, 
Morena, ¡mira morena! 
«lo bello en tu par de cejas.»
Y juntas, están tan juntas
las trenzas de tu cabello,
rozando las dos orillas
dulces de tus labios secos.
Mozuela que ahora reposas
sobre la raiz de un arbol;
¡Ay! los vientos que te besan,
y te perfuma el mastranto.
Chiquilla cuando te miro
tal vez cuando estoy soñando, 
Un alhelí son tus labios, 
dos girasoles tus manos;
pero, entre tus frágiles sienes;
'enredaderas y cactus'. 
—¡Morena, linda morena!—
no sabes cuanto he buscado, 
en el jardín de mis sueños
la flor roja de tus labios.
Morena que estás tan lejos
el tiempo te está borrando, 
y sin embargo el recuerdo
aflora de vez en cuando.
Morena, ¡linda mi negra!
mujer de lozanos años,
casi en la flor de la vida
un botón está brotando...
Niña de ojos tan puros
como tulipán o nardos, 
son tan blancos tus caprichos
como la flor del naranjo.
Trigueña, ¡morena hermosa!
que lejos que estás ahora,
si tan solo me nombraras;
pero, hay ausencia en tu boca.
¡Ah, muchacha consentida! 
cuando te pienso, te miro, 
y al mirarte de reojo;
arrancas en mi suspiros.
Morena, ahora estoy triste
melancólico es mi canto,
¡Ay! mis palabras te encuentran; 
más yo te sigo buscando.

—✍️ Luis E. 🇨🇴

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