Pensé en ti…

Poesía y pensamiento

Caminando por la calle
En un momento pensé en ti,
Te extrañé en ese instante 
Al mirar que ya no estás aquí.

Recordé tu sonrisa,
Recordé tu voz,
Fueron tantas las causas 
Que conmovieron mi corazón.

Si te hubiera visto te confieso
No me habría podido contener,
Habría llorado en el momento,
Y el dolor no podría esconder.

Habrías visto mis lágrimas 
Y correría hasta ti, 
Para abrazarte fuertemente 
Y volver a verte sonreír.

Porque sé que te decepcioné
Que fui para ti un gran estrés,
Aunque era mi deseo 
Que tú fueras mi mujer.

Y sin importar que éramos tan diferentes,
Reconozco que eres una mujer virtuosa
Que a pesar de todas nuestras peleas,
Aún así quería que fueras mi esposa.

Ya que en ti encontré 
Una forma diferente de pensar,
De carácter, decidida y entregada
Entre todas las jóvenes para mí eras la ideal.

Cumplías casi todos los requisitos 
Que buscaba yo en una mujer,
Eres de apariencia hermosa
E insisto, una distinta forma de ser.

Pero te faltaba tan solo uno
El cual es indispensable,
Que sintieras lo mismo que yo,
Que fuera para ti agradable.

Y ahora que nuestros caminos
Han tomado diferente rumbo,
Me pregunto si volveremos a unirnos,
Tal vez seamos mucho más maduros.

Ya no pensaremos como niños
Y te pediría que fueras mi esposa,
Para vivir en la voluntad del cielo,
Seré el novio y tú a mí, la novia.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Erick García (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de abril de 2023 a las 17:50
  • Comentario del autor sobre el poema: Hoy salí a caminar...pensé en ti. Fue en ese instante que te extrañé, te extrañé de tal manera que si en dicho instante te hubiera visto, mis ojos y mi corazón se abrían soltado en llanto, habrías visto el dolor en mi alma, por saber que ya no estás aquí, tus ojos presenciarian mis lágrimas, e incluso te hubiere abrazado... Debido a que, en este mundo y sociedad existen miles de mujeres, más no he conocido aún otra de la cual pueda yo confiar mi vida, pues aunque tuvimos nuestras diferencias y constantemente peleamos por insignificantes errores, debo aceptar, que eres una mujer virtuosa y que aún nos falta mucho por aprender en este camino, que sin la luz de Cristo es tan confuso... Recordé tu risa, pues aunque en mí, fuiste una mujer de constantes enojos, también eres llena de gracia y alegría. Y me pregunté, si en algún día nuestros caminos volverán a unirse, tal vez seamos mucho más maduros, ya no pensaremos como niños y serás la mujer perfecta, la compañera ideal, para vivir en la voluntad divina, que viene del cielo por el Dios eterno.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 12
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.