CARTAS BLANCAS.

Cartas blancas.

Pienso de forma constante si esto está bien.

Se siente mal, decir que estamos juntos, llegan ideas a mi cabeza que no callan.

Demasiado ruido, no puedo ocultar lo que siento es tangible, denso, asfixiante.

Es como si fuera prohibido algo en mi me dice que esto no debe ser. Aquí estas besando mis labios, probando mi saliva, tocando mis pechos.

La verdad siento mí vida, pero no creo que esto sea lo que quiero sentir.

¿Debería dejar que me ames por tus palabras?

¿Será que es verdad? Si no lo es, ¿por qué están fácil tocarme y pronunciar tus oraciones tan prometedoras?  

Deseo saber ¿qué siente tú piel? ¿cuáles son tus pensamientos? ¿qué te motiva a decir que me amas?

Sigues besándome, tú mano acaricia mi pierna con suavidad con voluntad de seguir subiendo.

Mi corazón late más rápido…

Ojalá se detuviera, probaras mi último aliento, repose en tus labios llenos de elocuencias.

Antes de iniciar ya estábamos extintitos amor.

El tiempo se detuvo, paraste.

Nunca se concluye el acto, algo te detiene para decir que me amas y te alejas.

La verdad de una amante, esa palabra AMANTE…

Debo serlo, no te siento mío, ni en el compromiso veo verdad.

Termino lo que fue, que nunca será.