Teñido de negro el cielo baja un cuervo con mis ojos, las nubes empañadas en sangre cual tintes rojos, paisajes tétricos, abstractos, demonios cojos, la cruel batalla interna equilibrando extremos polos.
Receptor de dopamina nulo, se autorreparan solos y yo voy luego y los destruyo, el agarre con succión al lado oscuro, es la llave clásica «cojones/culo»
no existe contrincante que no caiga en tal enganche… firme, compacto, elegante,sin gancho, la llave master mientras entro al rancho es omnipotente, el agarre más completo en el presente.
Observo los objetos de este plano fijamente, mi mente distorsiona por mis ojos la existencia, me centro en los detalles, requiero más paciencia, le rezo siempre al ente pues me expande la consciencia.
Veo alucinaciones por la falta de sueño, me despierto día a día como un perro sin dueño,
Me siento derrotado todo tiempo, ni duermo ni como, porque ni fuerza saco en eso.
Desaparecieron por completo las pasiones, ya no siento nada al no cumplir misiones, creo que llevo 5 pastillones en el cuerpo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.