Dulzura

DULZURA

Al dulce amanecer

que pinta mi alma de ilusión.

El dulce sonido del colibrí

que adormece cualquier dolor.

El dulce aullido

que enternece este frustrado corazón.

Al dulce sonido

del agua de la fuente

cayendo, deleitando

con su paz, su calma,

sobre la gente,

a la que tanto entretiene,

que vehemente y paciente

se mantiene sentada

mirando la vida pasar

como se va, y no se detiene.

Al dulce sabor

de los labios de tu corazón

que besan presos

de esa sensación de amor intenso

nacidos para estar unidos

como los rayos a su sol.

Al dulce olor

de una flor

que al igual que tú y yo

vive, siente, y tiene corazón,

si es que el significado de corazón

es aquello que tiene latidos

siendo estos producidos

por una energía llamada amor.

Al amargo ser humano

le digo que no cierre sus manos

¡jamás cierren sus manos!

sí dentro de ellas

permanece un diminuto ser

que al igual que el

está aquí para amar y ser amado.

Nunca se han preguntado,

¿Cuántas almas ya liberadas

de sus cuerpos vuelan convertidas

en luces que guían nuestros pasos en el camino de la vida?

Nunca se han cuestionado,

¿Qué hay de aquellos cuerpos

convertidos en esqueleto que un día

fueron nuestra amada compañía?

¿Qué hay de aquellos seres

que ayer dañamos,

que hoy recordaremos

y mañana añoraremos?

Y es por ese motivo que yo

al dulce amanecer,

al dulce sonido de la vida,

al dulce sabor de nuestra naturaleza,

al dulce olor de nuestra madre tierra,

y al dulce sentir de nuestros latidos

y de todos mis seres queridos

yo les cantaré,

a mi corazón les daré la bienvenida,

a mi alma, esa que ama y es amada

y que goza de tanta riqueza,

aquella quien desconoce la palabra guerra,

yo los amaré

por siempre

y nunca más dejaré

que las lágrimas de la nostalgia

manchen mi cara,

solo pintura con tinta de amor eterno sobre mi mirada

  El dulce amanecer de un nuevo día en la vida           

es el reflejo de la paz que se dibuja en tu mirada,

esa que observa a través de los ojos de la felicidad.

Y es que a la amarga existencia de la maldad

tú le das su antídoto,

la dulzura de un corazón diseñado para amar.     -FIN-