Te lo juro, amada, que si de mi voluntad única hubiera dependido la determinación suma de cuanto sería mi vida como oficiante, muy distinto sería mi destino, pues ninguna de las mil actividades laborales que he realizado para subsistir guarda relación con lo que quise realmente hacer, ya que he aterrizado en ellas cual avión sin rumbo.
Yo hubiera querido ser, por ejemplo, carretero para hacer largos viajes en rutas asaz conocidas, seguro de que a mi regreso tú me esperarías, amada, en la puerta de nuestra humilde vivienda, con los brazos abiertos y una sonrisa delatadora de la felicidad derivada de un evento, que no por rutinario, deja de ser encantador y fascinante para ambos, que medimos la intensidad de nuestro amor con la vara de la gratificación espiritual que nos depara, desechando la banalidad de lo efímero material.
O también, amada, jardinero para cuidar, celosamente, ese don de las plantas florales, de todos los colores y perfumes que la naturaleza, inmerecidamente, ofrendó al hombre, su peor enemigo. O podría haber sido labrador para compenetrarme con la tierra y extraer de sus entrañas el jugo de la vitalidad. O finalmente, marinero o pescador para escudriñar la líquida ruta de los mares y conocer sus secretos.
-
Autor:
rodulfogonzalez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 14 de mayo de 2023 a las 09:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 9
Offline)
Comentarios1
Hay en tus letras un especie de mea culpa, además de caminar un sendero hacia la comprensión ya que usas la palabra '' amada '' se percibe una gran frustración por no haber podido dedicarse al trabajo que realmente anhelaba.
A través de descripciones de diferentes oficios, se muestra cómo cada uno de ellos podría haberle brindado una experiencia de vida única y significativa. Sin embargo, estas oportunidades se ven truncadas por la necesidad de ganarse la vida de manera inmediata. Siempre estamos en búsqueda y la falta de oportunidades afectan demasiado.
En la belleza de los sueños y cómo el deseo de encontrar significado y propósito en el trabajo puede llevar a la exploración de diferentes oficios y experiencias de vida.
Los puntos y comas le dan un ritmo justo y preciso, para resaltar el contenido.
Saludos
Poeta, en su país, he estado solamente en el aeropuerto de Santiago de Chile, en trasbordo hacia el aeropuerto de Lima, y mientras dormía en un sofá me desperté asustado porque se produjo un sismo. Mi primera hija lleva el nombre de Gabriela Lucila en honor a Gabriela Mistral, cuyo nombre real era Lucila Godoy Alcayaga y moriré sin cumplir uno de mis sueños, conocer su tumba y la del doctor Salvador Allende. Mis otros sueños los cumplí, vale decir, Moguer, cuna de Juan Ramón Jiménez, en Huelva, España; el monumento a Alfonsina Storni en Mar del Plata, Argentina, y la hacienda El Paraíso en Cali, Colombia, donde Jorge Isaacs escribió su novela "María". Tampoco cumpliré el sueño de visitar el pueblo donde nació Rubén Darío en Nicaragua. Usted ha interpretado totalmente mi poema, lo que le agradezco. Le transcribo mi poema en prosa "Epitafio":
EPITAFIO
Con tu menuda y bien trazada letra, amada, deberás escribir en la lápida que colocarás en mi humilde tumba de olvidado de la fortuna material el siguiente
EPITAFIO:
-Aquí yace mi amado, el marabalero que quiso ser poeta, radiotécnico y doctor; el que amó a Platero, el frágil y cariñoso confidente de Juan Ramón Jiménez; a Chico Carlo, el amigo de la infancia de Juana de Ibarbourou; al Principito que encontró Antoine de Saint Exupery en el desierto y luego idealizó; a Selma, la eterna amante de “Alas rotas”, de Gibran Khalil Gibran y a la poesía mirífica de Gabriela Mistral; el que admiró a Salvador Allende y sintió repulsa por el sátrapa Augusto Pinochet; el que galopó en los caballos de mar del poeta Francisco Lárez Granado y el que siempre hizo lo que no programó.
Un fraternal saludo desde mi covacha de sueños. Eladio Rodulfo
PD: Tampoco pude cumplir el sueño de visitar Uruguay, cuna natal de Juana de Ibarbourou, que no cumplí por una rabia que pasé cuando al tratar de adquirir el boleto para viajar por el río de La Plata se me dijo que debido a mi condición de extranjero no argentino, debía pagar la diferencia. Quedé sin hacer el recorrido desde Buenos Aires hasta Montevideo por el río de La Plata, cual lo hiciera Daniel Bello, uno de los personajes principales de la novela "Amalia", de José Mármol, enemigo del dictador Juan Manuel de Rosas.
Vale
Me ha resultado muy grato compartas las impresiones de vuestro epitafio. Que sea en muchos años, para que puedas cumplir lo que te falta . Acá en Chile lindo tiembla a cada rato es habitual.
Me hizo sentir mas cercano al nombrar a Salvador Allende con quien comparto el apellido, además de la visión que tuvo, es lo único pues ni parientes lejanos somos.
Un abrazo y que tengas un lindo día junto a tus seres queridos .
Lo esencial es invisible a los ojos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.