Dije tu nombre
y el eco respondió
muy suavemente.
Estaba solo
en una bella cumbre
de la montaña.
¡Qué gran paisaje
desde ella se veía
y contemplaba!
Grité tu nombre
de nuevo, con más fuerza,
porque te amaba.
Y respondieron
los labios, invisibles
desde los valles.
Eran tus labios
trayendo hacia los míos
un dulce beso.
Cerré los ojos
pensando en tu figura
y en tus caricias.
Estabas lejos
y cerca, en el recuerdo,
que iba conmigo.
Y te abracé,
buscando en el silencio
tu cuerpo amado.
Rafael Sánchez Ortega ©
19/05/23
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2023 a las 04:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, Texi
Comentarios2
Rafael presioso tus letras poética bendiciones para ti y su familia
Gracias Mauro
Saludos.
Divinas letras poeta me haces suspirar
gracias por compartir
Eran tus labios
trayendo hacia los míos
un dulce beso.
Cerré los ojos
pensando en tu figura
y en tus caricias.
Estabas lejos
y cerca, en el recuerdo,
que iba conmigo.
Y te abracé,
besos besos
MISHA
lg
Gracias por tus palabras Misha.
Besos.
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