Estabamos acostados, se levantó entre bostezos y corrió, ¿a donde vas tan apurada? le dije, apenas si regreso a ver y grito algo entre dientes, ¡voy a ir al lugar más alto de la ciudad!, limitada por el tercer piso de su departamento, ella siempre iba en prisas, como si estuviera a punto de descubrir algo, no era la primera vez que se marchaba asi, en una ocasión dijo: ¡voy a ver la cosa mas increíble! Y se detuvo en un parque a ver a 2 ancianos cruzar la calle. En otra se desprendió de las cobijas y gritó: ¡encontré la llave de la felicidad! Cruzó la avenida y se compró un helado de 3 sabores. Recuerdo cuando trazó rumbo y dijo: ¡voy a desaparecerme donde nadie me pueda encontrar!, para esconderse en la librería de enfrente mientras se agachaba entre pasillos. Ella era muy extrema, tan extrema que con un chocolate no podía dejar de deleitarse, que con una flor no dejaba de tararear una canción y que se conmovía cuando leia poemas de amor.
Un día me levanté temprano por si ella salia corriendo, se dio la vuelta me miró con levedad y sonrió, y dijo: he descubierto lo que significa el amor, mientras me abría paso para a su lado regresar.
- Autor: Felipe Jacome ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2023 a las 10:37
- Comentario del autor sobre el poema: Disculpen las faltas ortograficas
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales
Comentarios2
¡Sencillamente Bonito! Felipe, un placer la visita poeta, saludos cordiales desde Venezuela!!!
Hola Henry.
Gracias por la visita he de pasarme a leer unos cuantos poemas tuyos.
Muy bonito verso, me gustó mucho.
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