**~Novela Corta - La Esperanza Ajena - Parte II~**

Zoraya M. Rodríguez

Frily, se siente como se percibe desde que la nieve cayó en su piel desnudando el tiempo y más la osadía de ver el mundo como frío. Cuando en un instante se electrizó la forma de creer en su propia alma desolada, pero, muy convergente en salir airosa de esas vicisitudes de la vida misma. Cuando Frily, entrevista a la mujer llamada como vecina, y cree en el tormento de ver el cielo de gris tempestad cuando cree que no podrá salir airosa ni con la esperanza ajena de la vida y de la experiencia de vida de su vecina. Porque cuando en el delirio sosegado se siente y se percibe Frily, como deseosa y como en el trance perfecto de la vida como un delirante tenue, pero, incoloro como el mismo tormento que se le viene encima a Frily. Si Frily era una mujer jovial, pudiente e insolvente, pero, delirantemente inocua y se siente como apaciguada cuando quiere y desea realizar esa entrevista para su clase y mejorar su vida con la experiencia de vida y con la esperanza ajena de su vecina. Frily, se vio intransigente, pero, muy sosegada como el cielo de azul en vez de gris tormenta. Si Frily cuando decide ver a su vecina cara a cara y rostro con rostro y con ver el cielo de un buen momento en que decide ser como la ira, pero, muy templada, porque su vida ya viene de arriba hacia abajo. Y en contra de todo, y de realizar esa entrevista a su vecina, se vio mortífera, pero, muy llena de expectativas nuevas y dadas como el poder sobrevivir de una vida y de un tormento venidero. Cuando en el alma quedó como una luz apaciguada de espantos cuando su instinto cayó como el redentor de un nuevo cielo, y en redención por un nuevo corazón, cuando Frily, escucha la vida y la experiencia de su nueva vecina. Y en cada ilusión y desilusión se debe a que el deseo se friza como hielo en el refrigerador de Frily. Y era su perfecto corazón el que se enfrenta a la vicisitud de vida y en poder sobrevivir se siente y se percibe que la experiencia de vida de su vecina es la que le puede ayudar para que Frily pueda salir airosa en esa vicisitud de supervivencia autónoma. Cuando en el embrague de la vida y del tormento veraniego de la existencia de Frily, se vio atormentada como fría la vida y como un hielo que no se derrite ni con el sol. Cuando en el empate de la vida quedó fría como álgido el momento de creer en el alma una verdad, pero, inocua. Cuando en el recelo de la existencia y de la vida conmísera de atraer la luz al alma de Frily, se vio atormentada, inestable e impasible como el mismo tormento frío. Y, era Frily, la que percibe un desierto inestable como el deseo efímero de creer en el embate de la corta existencia cuando se siente como se percibe en el ademán frío de sus manos cuando entrevista a su vecina. Cuando en el desconcierto del existir de Frily, se vio como el mismo perecer de la vida autónoma de creer en el desenlace frío cuando realiza y formula la primera pregunta. Y en el afán de realizar la entrevista se vio atormentada de un espanto nocturno cuando por fin y en un confín de preguntas formuladas por Frily, se vio espantada de un tormento frío como el desastre de creer en el acometido frío y se vio Frily, electrizante, impasible e inestable cuando escucha la primera respuesta cuando en el desierto desde su propio asiento y de su insistente y perfecto corazón se vio álgido como el mismo tormento y única en su mundo como el propio latir de su corta existencia. Cuando en el embrague de la decisión y de una sola mal costumbre en decidir, Frily, en el convenio frío se vio tristemente incolora. Frily, se vio como una impaciente dolorosa en crear una entrevista para convencer un convenio con la experiencia dada en su supervivencia. Cuando en el desenlace de la verdad se vio indecentemente atraída como el tormento de la verdad. Si en el delirio delirante de creer en el transeúnte de la verdad, quedó como el tormento frío de la pureza de la verdad. Cuando en el convenio de la atracción fría se vio como el desenlace frío de la pureza de la verdad, cuando se entristeció de tanto y por tanto cuando en medio de la entrevista le surge a Frily una llamada inesperada. Esa llamada era un nuevo problema de vida y de la existencia en Frily. Cuando Frily se aferra al frío incipiente y cayó en redención autónoma de creer en el desenlace de dar una conmísera mala atracción en triturar lo que resta de la existencia de Frily. Cuando en el embate y empate de la cruel existencia se debió a que el delirio se enfrió como el mismo hielo cuando Frily recibe esa llamada inesperada. Cuando en el instinto socavó muy dentro de la pura realidad de que el desenlace frío de Frily quedó en un mal momento. Porque cuando en el desenlace frío se enredó más y más cuando en el trance de la verdad, se vio friolera como el hielo frío. Y se levantó del asiento, donde la entrevista quedó a mitad, y con apuntes y libreta en mano y grabadora se intensificó más y más, el desenlace frío de creer en el acometido de envenenar el siniestro cálido de un sol que había llegado, pero, otra vez, se fue lejos del mismo cielo en vez de azul se tornó nuevamente de gris tormenta con la lluvia esporádica que cae desde el mismo cielo en que se encuentra Frily y su vecina. Si Frily, se vio mortífera de un espanto cuando en el desenlace frío se vio como el mismo tormento frío cuando quedó como el convite de una comitiva sin destino. Y, se vio Frily, como el tormento cuando recibe esa llamada inesperada de creer en el trance perfecto de la realidad. Cuando en el combate de dar una sola verdad se electrizó Frily con el mal instante de dar con una sola verdad y tan identificada como esa misma llamada. Cuando Frily converge en contestar esa llamada tan fría y gélida como la misma manera en supervivencia y averiguó más acerca de esa llamada, era un abogado que le hace el acercamiento de una demanda en contra de ella. Mientras que Frily contesta esa llamada, nuevamente llueve esporádicamente y Frily se debate entre mojar sus sentidos o creer que el sol saldrá nuevamente en el cielo cuando en el afán de haber contestado esa llamada se aferra a la esperanza de aprender por parte de su vecina la experiencia vivida. Frily, se siente acometida en la forma de creer que esa demanda tiene solución. La solución autónoma o la debida salida de esa demanda la tiene la experiencia de vida llamada su vecina. La esperanza ajena con que aprende Frily es demasiado exhausta como poder liberar el alma de vicisitudes muertas, indelebles, inestables y, mal consecuente. Frily, se vio automatizando la espera de culminar o terminar y finiquitar la entrevista hacia su vecina que Frily escoge como su mejor entrevista cuando percibe el deseo de saber en sapiencia y raciocinio al final de ésta entrevista, la cual no culmina, aún. Cuando Frily utiliza su inteligente inteligencia en saber que el destino se une o bifurca en la misma experiencia de vida entre Frily y su vecina. A la vecina confinada por el mismo error que le llega en llamada misteriosa a Frily y Frily se ve en la encrucijada de creer que le pasará lo mismo, el mismo error, pero, combatiendo con la esperanza ajena y con la experiencia de su vecina. En el litoral del pueblo, cerca del mar, el mar está sosegado, templado y, tranquilo y sin ser bravío en el mar desértico se vio la cara de Frily cara a cara con su vecina y con la experiencia en vicisitud de su vecina. Y, la vida de Frily se vio atormentada, devastada, desmoronada por tan sólo un error de vida. La vida de su vecina era insuperable, lograda y, bien estructurada después de ese grave error, pero, Frily se torna astuta ante la vida, tenaz ante la vicisitud e inteligente ante la experiencia de vida y con la esperanza ajena Frily cree que podrá con tal error. Ese error llevó a la vecina a la misma cárcel y en la misma prisión se vio apaciguada, contemplando una salida para poder subsistir con la supervivencia de ese cruel error. Frily, en el segundo día de entrevista se torna intrínseca, pavorosa, horrorizada, pero, continuó la entrevista creyendo, escuchando e interiorizando experiencia de vida. Frily, una mujer jovial, pudiente, insolvente en su camino de vida se vio fría como el hielo en un vaso de copa de vino cuando el calor de ese vino o error derrite al hielo frío de la insapiencia autónoma de dar con el mismo error, tanto Frily como su vecina. La vecina quedó mal herida, dolorosa, impaciente, inestable e insípida con el dolor apaciguado de la vida cuando en el afán de creer quedó indeleblemente dolorida. Su vida marcó una trascendencia, un trayecto, un destino y un camino cuando le dolió ser culpable del error cometido en fuerzas extrañas por haber hecho daño a una mujer. La vecina quedó petrificada en el momento del error al igual que Frily cuando escucha la llamada inesperada. La llamada fantasma de Frily se vio fantasiosa, imaginada e inútil, pero, Frily en su vida jovial, pero, con la experiencia vivida y con la esperanza ajena de su vecina pudo sobrevivir del mal desenlace antes de finiquitar la llamada y ser real el caso, sin antes escuchar las palabras de su vecina acerca de su vida y de su experiencia de vida. La experiencia de Frily era la esperanza ajena de su vecina atraída por la inteligencia en sobrevivir. Cuando Frily toma la llamada en medio de la primera entrevista y sin saber ni sospechar que es el mismo error que su vecina cometió. El trayecto eficaz que toma Frily se torna en un inestable, pero, eficaz por resolver el problema o el dilema. La vida de Frily, se vio intransigente, indeleble, pero, con la esperanza ajena que toma de su vecina por experiencia vivida. Frily, en el segundo día de entrevista percibe y recibe otra llamada fantasmagórica para poder seguir en trayecto la demanda, pero, ésta llamada es una de seguimiento, es poder pagar el error con dinero o ir a la cárcel. Frily, desea ir más allá de la realidad y de esa llamada cuando decide averiguar más a fondo sobre el asunto tan impertinente. Cuando Frily, se torna desesperadamente inocua, pero, con una inteligencia a cien de IQ´S. Si Frily, en el afán de crear una salida posible de esas llamadas inesperadas y desesperadamente exasperantes se tornó inocua, pero, muy inteligente con la esperanza ajena de ver el cielo de azul en vez de la lluvia esporádica que camina por los cielos en su propio hogar. Cuando en el transeúnte de la desesperación se vio como la más indeleble de las personas, adheridas a la vida y a la mortífera insistencia en dar una comitiva de las veces que esa persona le llamó insistiendo en que cometiera el mismo cruel y grave error de su vecina, a la cual, acaba de entrevistar por el temor de ser una víctima más en la red más grande de las traiciones. Y, Frily, acaba de ser la mujer más juvenil, pero, con una basta experiencia innata de preceder en el camino y en el destino, y más con la esperanza ajena que aprendió a sobrevivir y con una supervivencia autónoma de creer en el desenlace y en la incógnita más superficial de creer en el alma de Frily, cuando casi cae en el delito más grave y universal. Si en el trance de la verdad de la creación innata del delito se aferró al desconcierto efímero de dar con toda la verdad a pesar de que el instinto de Frily se ve mortífero, pero, muy letal. Si en el transcurso de la verdad se aferró al deseo y a la magia de creer en la experiencia innata y con la esperanza ajena en dar una supervivencia original de no caer, otra vez, en el mismo yerro de su vecina. Porque en el afán de Frily, se vio letal y atrayendo a la vida de creer en la única manera de ver al cielo de azul en vez de gris tormenta. Si en el trance de la verdad se vio Frily mortífera y tan letal como la daga en el mismo cuello. Si en el camino frío y Frily siendo friolera cambió de tiempo, de audacia y de tenaz desconcierto. Cuando en el imperio sosegado de creer en el mal de los tiempos, cuando en el instante pertinente se petrificó el mal delirio delirante de creer en el embate mal sosegado, de dar una comitiva y de una insistencia autónoma de dar como lo más inalterado de la vida cuando ocurre el mal desenlace de dar con el delito frío en que casi Frily cae al igual que a la entrevistada y a su vecina. Mientras, Frily, camina por el azul del mar en el litoral de ese pueblo, se siente como se percibe, en un mal desenlace autónomo de dar con la pura verdad de creer en el mal instinto sosegado, cuando cae de mal a peor en el trance del destino frío y en la piel fría. Y, Frily, quedó como un transeúnte pernoctando en la orilla de ese mar caudaloso y templado, pero, sin ser bravío de auténtica verdad. Si en el destino frío y álgido como el porvenir incierto de creer en el cruel delito de dar una sola señal en esa cruel y delirante y fantasmagórica llamada en el mismo instante en que realiza la entrevista a su vecina y antes de escuchar el desenlace fatal de esa experiencia de vida y de esa esperanza ajena que aprende Frily de su vecina. Y en ese mar clandestino y de un frío sosegado se vio desértico como el tormento o como la fría ansiedad o la gélida tempestad. Cuando ocurre el desastre de creer en el imperio de unos ojos que no ven hacia el destino frío o el camino incorrecto de caer en ese delito mortífero y letal de creer en el alma sosegada de un sólo espanto letal.      




Continuará…………………………………………………………………………………………                    

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de mayo de 2023 a las 00:03
  • Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Frily, narra la vida y la experiencia de su vecina cuando entrevista a su vecina y cómo su vecina logra obtener una esperanza para salir airosa en la vida…Mi #12 de novelas cortas en el año 2023…Mi #130 de novelas cortas hasta el año 2023…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 3
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