Decidiste por la iglesia,
Él y tú lo merecen.
Diste el sí a su alopecia,
a sus ojos, que estremecen.
Decidiste muy bien qué decir,
Dónde se sentará cada cual.
Decidiste que sería en abril
Y en abril tú te fuiste al altar.
Decidiste el mínimo detalle,
El más mínimo concepto.
Decidiste que todos ensayen
El "vivan los novios" en coro perfecto.
Decidiste blancas las flores,
Con luz muy tenue y discreta,
Que en la iglesia se jura en tacones,
Que en la fiesta se baila en chancletas.
Decidiste parte de su parlamento,
Hasta los matices del "sí".
Decidiste que fuese bien lento
Ese beso tibio de él hacia ti.
El más mínimo gesto,
El más mínimo detalle,
La entrada hasta tu novio,
La salida hacia la calle.
De vuelta a la calle, tu epifanía,
Sin arroces ni petardos,
Sin complacencias ni ambrosías,
Sin ovaciones y sin saltos.
Del arroz, hasta los granos,
Dónde ubicarse, cómo tirarlos,
Mas se escapaba de tus manos
La decisión más importante: amarlo.
- Autor: Ivann (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2023 a las 13:03
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, Lucía Gómez
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