PLEGARIA EN EL DÍA DIFÍCIL

Sierdi

 

¡Jehová, tengo sed!

¡La garganta se me hace polvo!

Mis piernas ya no soportan mi cuerpo,

Y filosos guijarros son mi sentadero.

 

El techo, se lo devoró, la ávida tormenta

Y el agua escurrió hasta la litera.

Mi afligida alma llora, inconsolable a mis pies.

 

Aún conservo mi cabeza,

porque tengo las manos encima de ella.

 

¡Señor!, ¿Cómo olvidaré tus promesas?

Esas palabras bellas y dulces...

 

¡Pero el tiempo es eterno!

Mi cuerpo observa al pie su sepultura.

La tierra hambrienta, me llama.

 

Adoquines de calamidad es mi camino.

No temeré mal alguno.

¡Te sujeto fuerte!, ¡no me soltaré de ti!

 

Tu dulce palabra, se ha hecho pomelo en mis entrañas.

Su amargor es mi alimento, de día y de noche,

La adversidad quebranta mis huesos.

 

¿Lo que te doy...?

¿No es suficiente?

 

¡Señor! ¡Extiende muy pronto tu brazo!

Unge mi afligido espíritu.

 

Porque, se me desangra el alma.

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Comentarios +

Comentarios5

  • VOZ DE TRUENO😉

    Bonito salmo, un grito en la tormenta.

    Dios es fiel...

    Saludos amigo.

  • Annabeth Aparicio

    Qué precioso salmo con exhalación davídica, bellísimo, abrazos lindo amigo

    • Sierdi

      No sabes cuanto me honras con tu comentario.
      Dios hace promesas lindas, que cumple a su debido tiempo.
      Un abrazo amiga.

    • MISHA lg

      preciosas letras espeirtuales poeta gracias por comapartir
      ¡Pero el tiempo es eterno!
      Mi cuerpo observa al pie su sepultura.
      La tierra hambrienta, me llama.

      Adoquines de calamidad es mi camino.
      No temeré mal alguno.
      ¡Te sujeto fuerte!, ¡no me soltaré de ti!
      besos besos
      MISHA
      lg

    • María C.

      Bella y profunda plegaria convertida en SALMO
      Un abrazo

    • Ed-win

      Me resulta muy agradable 
      escuchar su conversación 
      con el mismo señor
      de los cielos.
      Saludos.



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