Fragmentos dispersos de un calco inescrutable

Haz Ámbar

La demanda ya que tarde

me sobra chollo es una estafa

de magnitudes colosales:

no hay ni aire que sea respirable

por esos antros, 

allí se juntan los que mandan 

y los que andan con retardo

y yo me meto

como que no está el campo ardiendo

y yo me falto

y soy quien besa el sucio asfalto

por ti, princesa,

que estás, no estás 

y yo deseándote

sin un mañana. 

 

La que salva mi barcaza 

de tempestades arrogantes, 

la que cura, la que amansa

a mi fiera presa de un horario

de levantarse por ritual

a un mundo extraño

producto de mi mente insana

y vil testigo me hago cargo

con dificultades 

de todo lo que irradia. 

 

En mis recortes, días que son, 

suprimo el odio, por una sola fosa

el desinforme propio:

bendita la propagación de tóxicos

(mi linterna frotan).

Me conozco y sé que es pronto

para historias

pero al menos sé que estoy

por alguna parte u otra

en libre circulación

sin quien se oponga. 

 

A la presión de mis rincones 

debo esta letra absorta, 

sólida quimera

que me impregna el oído

con su don virtuoso. 

Me incluyo, etc. 

 

Sin fondo en mi tazón

soy yo el que observa. 

 

Es buena la ocasión

para hablar de deudas

con un sistema opresor

que nunca cede

y te atropella 

si es que puede. 

 

Alguna vez me vi sereno

en el espejo de mis sueños, 

vi lo que mueve

en consecuencia estos hechos

y no pude creer

que yo fuera aquel

joven tan apuesto. 

 

Recuerdo un beso

en mi ser grabado eterno, 

su cintura entre mis dedos

y el placer que es que se siente

al saberte prisionero

de un abrazo mucho tiempo. 

 

En mi zona me sumerjo

sin más rastro de personas:

soy un templo. 

 

Emisora de este encierro

que en mis venas se hace ver

enfilo el camino recto

hacia la cima de este monte

con la suerte que remonto.

 

Estaciones frente al sol

me trajeron a este entorno

de lo más hondo que conozco

por el mundo alrededor

enfermo y solo

sin quien oiga mi oración,

sin quien me tome

como droga a su sopor. 

 

 

Corazón que se desborda

por la boca de este incógnito, 

con razón me sé de sobra

que son mentiras lo que oigo

resonar en la distancia

de alguna vida anterior. 

Así la sola magia

de tus dedos traiga enfoque

a esta gris desilusión

que se encripta en el diálogo

con la sombra alrededor, 

una duda que me frena 

frente al colapso, la extinción

y un solo paso sobre el terreno 

podría sin más volcarlo todo. 

 

Me enveneno y pierdo el norte

y si me ponen otra pues aún peor;

a quien me tema le doy razones

(mi mente enferma está en la gloria).

Siempre me derrumbo si no hay mundo en mi interior

y la luna es un objeto que allí flota sin que dios

me haga uno con la esencia de sus besos

prometidos para ahora que ya tengo por error

el haberle suplicado alguna noche: no pasó.

 

 

En mi lista de inverosímiles

le hago frente al día ambiguo

en que se ahogan estos gritos

y soy aún quien siento abrirse 

el corazón a su delirio 

contra todo de improvisto

 

 

Si es posible herirme 

con el filo firme

de los días aún sin ti

que se infecte hasta la médula

de mi instinto incorregible

convencido de seguir

desafiando a este silencio

del que espero verme libre

con la suerte en un chasquido

evadido el pensamiento

tan inmerso en laberintos

 

Mi camino se decide finalmente

a dejarme aquí a un lado

con el alma congelada

amortiguando ya quizás 

 

Los ancestros se marcaban

esas frentes soberanas

con el hábito brutal, 

la sed que nunca sacia 

proclamando su licor, 

algo revuelto en sus entrañas

como un anuncio de extinción

y una sola salida

insinuándose en los bloques

cercanos al confín remoto

de donde vuelven solo voces

 

No puedo olvidar 

su roce bajo la piel

y no es asunto de dioses 

cuando allí me conoce solo ella

interpuesta entre su abrazo

y la inmensa luz que en mí destella

lejos siempre yéndose

con el eco momentáneo

de un aullido que se eleve

en la noche sobre el éter

donde términos ya bastan

y las nubes se sublevan

creando otros márgenes

que destilan apariencia

de yacimientos minerales

mientras pasa aquí un tren

a su destino en alguna parte 

oculta de mi cerebro

y si lo celebro es porque sé

que cuando vuelva seré rey

poseso por eso al parecer 

que a los pobres ennoblece

y hace fuertes de carácter 

 

Me deformo en tu parodia

y soy un norte sin parroquia, 

una voz que no se asocia

donde ya ninguno me conoce

y el sabor que en mí desborda

es el de los días tan de golpe. 

 

Una bruma me traspone,

un alud de niebla insomne, 

si me digo que no estoy 

refugiándome en los nombres

de esas cosas transitorias 

que la lluvia inminente

amenaza llevar al fondo... 

 

Pasan meses, estaciones

y momentos se van todos

resumiendo en no más gloria, 

resonancias de otra órbita

con el viento en nuestra contra 

nos topamos ya sin ellos

como nadie que se asome. 

 

Se le nota al horizonte 

que le falta quien le aplauda 

cuando siempre está recóndito 

y se esconde entre palabras

como un paso que he de dar

boca abajo entre las sábanas. 

 

No es la brisa que me imante

a robar del tiempo amargo

un pedazo de sustancia visceral

que dentro entraña la verdad

de esta vida miserable. 

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