Que tristes y desnudamente solas
derraman esta noche las farolas
su luz por un jardín que fue tan nuestro.
Desde el alumbramiento más siniestro,
sus focos desentierran del pasado
el tiempo cuando renací a tu lado
y a diario me elevabas hasta cotas
inalcanzables para las derrotas.
Aquí aprendimos que el amor no piensa
en obtener del otro recompensa
si no es el beneficio de arrancarte
la dicha por ponerla de su parte.
Tú tan ansiosa de explorar la vida
y yo tan falto de emprender huída
hacia los términos de la ternura,
nos embarcamos en una aventura
marcada por el mutuo compromiso
de hacer de cada juego un paraíso.
Volcados en recíprocas escuchas,
tus formas de ablandarme fueron muchas
e hiciste de mis pálpitos acopio
mientras yo hacía con tu voz lo propio.
Sorbiéndonos el alma sin recato,
tuvimos el valor, a cada rato,
de arremeter a dúo contra inviernos
que acosaban al sueño de tenernos.
Han sido tantas primaveras juntos
ya almacenadas en antiguos puntos
en este parque, ya sin tus piruetas,
quedando atrás tus incipientes metas,
que entre sus puertas la nostalgia acosa
igual que las espinas sin su rosa,
y su iluminación tan solo vierte
en mis recuerdos un edén inerte
por cuanto aquí hace tiempo que hace frío
y aún sigue tu nombre junto al mío
grabado en la madera de aquel banco
donde solíamos pintar de blanco
el cielo gris en tardes de apatía.
Un escenario por cuya agonía
se aferran temblorosamente solas
las flores que iluminan las farolas.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2023 a las 01:23
- Comentario del autor sobre el poema: Infames farolas profanadoras de mis recuerdos...Es lo bueno que tiene la oscuridad, que a veces nos permite pasar de largo por sitios que no quisiéramos ver.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Ann🌼, Mauro Enrique Lopez Z., Ben-.
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