Detente, sal de ti,
párate enfrente tuyo,
como ante un espejo
y obsérvate.
¿Eres humano?
¿Tienes algún valor?
¿Existes?
Luego entra,
y como si estuvieras
nuevamente frente a ti,
observa a los otros.
¿Son humanos?
¿Tienen algún valor?
¿Existen?
Así,
Cuando deambules
por entre la gente,
en ellas
obsérvate a ti,
y si algo vales
dales ese valor,
y si ellos existen,
verás que por ellos
seguirás existiendo
tú.
Comentarios1
Un llamado profundo,
a abrir los ojos del mundo,
a trascender el egoísmo ciego,
y en el prójimo encontrar un reflejo.
Tú obra nos invita a adentrarnos en la mirada de la vida y reflexionar sobre la importancia de valorar a los demás. Nos lleva a cuestionarnos si realmente reconocemos la humanidad en aquellos que nos rodean y si les otorgamos el valor que merecen. También nos anima a mirarnos a nosotros a través de los otros y a compartir nuestra propia valoración con ellos. Hay una conexión profunda que existe entre nosotros y la mayoría, recordándonos que nuestra existencia está intrínsecamente ligada a la existencia de quienes nos rodean
Saludos.
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