El vetusto torrejón
de la Hacienda
La Cabaña,
veia el paraiso,
ríos, valles y montañas,
que hacían del paisaje,
el penacho del mañana.
El soplo de la brisa,
su compañía, aupaba
las gestas de cada día.
En su seno,
el ferroso trapiche,
da vida
a la bella campiña.
Allí, enseñoreado,
esprimía caña de azucar
y del néctar
de sus entrañas,
nacían dulces productos.
El molinejo,
aliado del progreso
de familias
y jornaleros,
héroes de dignas faenas,
sembraban
exquisita esperanza.
La Cabaña,
heredad de amistad,
trabajo y pasión,
fue y es
la constante hazaña,
el elevado fragor,
empalagada vocación
del gentilicio,
que brillaba
al ritmo del sol.
Tan encantadora,
que al llegar
a sus predios,
aceleraba los latidos
del corazón.
Cosas de muchachos
y de la emoción,
decía la abuela,
aunque si era,
sentimiento
anhelante
de cada instante.
Allí, mágicos
encuentros
llenaban de bendición,
la casona,
el corredor,
sentados en hamacas
y sillones coloniales,
pasaba el tiempo,
entre jardines
y bonitas conversaciones.
Las cadencias naturales
realzaban el horizonte.
Densos cañamelares,
bordeados de flores
y caminos bucólicos,
exhaltaban
fecundos campos,
llenos de contentos
y de prístinos encantos.
- Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2023 a las 19:26
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a mi abuelo, Andrés Antonio Barrios Certad, y a mi madrina, Felicia Nuñez de Barrios, y con ellos, a toda la familia. Todo fue tan bonito, puro y original, que es imposible de mi vida borrar. Ni siquiera el trapiche molería lo que hay en mí, porque el trapiche no se atrevería, mi amigo ancestral y desde la distancia, juntos hasta el final. El trapiche de la Hacienda La Cabaña, se encuentra en el municipio Montes, estado Sucre y es propiefad de la Familis Barrios Espin. Allí trabajó mi abuelo, Andrés Antonio Barrios Certad y vivía mi madrina, Felicia Nuñez de Barrios. Me encantaba ese ambiente familiar y de trabajo que allí reinaba, donde el tiempo era tan perenne que se mantiene intacto, con sus vivencias, en mi identidad histórica y cultural.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios
Comentarios1
Tenemos que escribirle a la tierra, a sus pedazos fecundos, en donde la familia y el trabajo andan juntos, moliendo el tiempo para crear otros, que soplan como el viento, brindando aliento a todos los intentos por una fase superior.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.