Maldita violencia

jorge enrique mantilla

Maldita violencia

Plaga maldita, que arrasa con el dolor sangrante de los corazones

Como huracán, que azota con furia las llamaradas de los dragones

Violencia malvada, que sangra con angustia, dolor y desesperaciones

No está inscrita, ni nace con el ser, ni tiene reglas, ni patrones

Víbora letal, que muerde y lastima las entrañas del alma, evitando sus confesiones

Violencia, que riega con sangre la naturaleza y al ser en todos los rincones

Esparciendo miedos y temores, como el trueno, que desata el rayo cruel y mortífero en sus desesperaciones

Relámpago escalofriante, que saca del letargo, llenando el horizonte de caos y confusiones

Violencia maldita, que desgrana con furia los pétalos de la flor, acabando con la belleza de sus perfúmenos y admiraciones

Maleza maldita, que crece arrasando la paz y el regocijo, con la vida y sus emociones

 

Violencia maldita, que cubre su cara, mostrando con sangre las lágrimas de sus dolores

Es la máscara de la muerte, que se asoma trémula, mostrando nerviosa sus horrores

Es la sombra siniestra, que arrastra su túnica con miedos y estupores

Mortaja que envuelve el cadáver, que una vez tuvo vida, pasión y amores

Violencia maldita, que termina en un panteón sin nombre, sin que nadie espante sus hedores

Y el recuerdo se olvide por miedo a denunciar, llenando el ambiente de caos y temores

Violencia atroz y abominable, que vomita odios, soberbias y traiciones, dejando una nube espesa de rencores

 Tortura en el silencio de la soledad, apagando el sonido, que hace vibrar a los motores

No sólo es el rifle, que vomita la bala de la muerte, enlutando los rayos encantadores

No sólo es el casquillo y el plomo, que asesinan la inocencia de la vida, por simples habladurías y rumores

Es la soberbia y la arrogancia desmesurada del poder, que apaga el sueño placentero de los soñadores

Violencia maldita, que huele a sangre derramada por el vil asesino de los amenazadores

Es la podredumbre del hedor de las fosas comunes, que esperan justicia para los inquisidores

Es el grito lastimero y profundo, como una ambulancia sin sirena y sin eco, que se pierde en los anaqueles de los defensores

Violencia maldita, atiborrada de cadenas, torturando la conciencia con barrotes enmohecidos, con el dolor de sus pavores

Es un infierno que se vive en llamas incandescentes, de ambición y corrupción, anidando espantos y miedos aterradores

Es la pérdida del olfato, que no deja oler los crímenes, sólo el gusto de la violencia y su aterrador placer

Es un carro fantasma, que se deja a sus anchas apreciar, palpar y ver

Va y viene de noche y de día, cubriendo con un manto de oscuridad y de incertidumbre, la mortaja de un amor y un querer

La violencia, es la pedrada que rompe el cristal del farol, sin entender, ni comprender

Apagando la vida hermosa y placentera, sembrando una sombra con dolor y lágrimas de sangre, que el tiempo olvida y el recuerdo empieza a desaparecer.

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 01-2023

  • Autor: Joreman (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de junio de 2023 a las 18:33
  • Categoría: Perdón
  • Lecturas: 7
  • Usuarios favoritos de este poema: Texi
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