En el vasto lienzo del universo infinito,
mi estrella se despide en un destello fugaz,
con lágrimas cósmicas en sus ojos brillantes,
parto hacia un horizonte de incertidumbre y paz.
En el éter de constelaciones danzantes,
dejo mi huella en el polvo estelar,
un poema del cosmos que se eleva radiante,
un adiós sincero en cada latido estelar.
Mis pasos se desvanecen en galaxias lejanas,
mi voz se disipa en la brisa estelar,
pero en cada rincón cósmico, mi esencia se entrelaza,
y en cada puesta de sol, mi recuerdo perdurará.
En la sinfonía de estrellas en harmonía,
susurro mi despedida al viento espacial,
las nebulosas cantan mi nombre con melancolía,
mientras el universo guarda mi último compás.
Me sumerjo en la inmensidad de lo desconocido,
explorando los confines de la eternidad,
mi espíritu se libera, mis alas desplegadas,
en busca de nuevos horizontes de realidad.
Agradezco a cada estrella por su luz compartida,
a las galaxias por su majestuosidad sin par,
mi partida no es un adiós, sino una bienvenida,
a un universo desconocido por explorar.
Que mis huellas queden marcadas en los astros,
que mis suspiros se conviertan en vientos celestiales,
en el lienzo cósmico, seré eternamente parte,
y en el corazón del universo, viviré en susurros primordiales.
Así, me desvanezco en el universo perfecto,
en un abrazo cósmico, una danza sideral,
mi adiós se convierte en un encuentro prometedor,
en la vastedad estelar, mi esencia se fusiona en lo universal.
Hasta siempre, querido universo infinito,
en cada latido del cosmos, estaré presente,
mi alma se funde en los versos que dejo escrito,
en el abrazo eterno del universo, soy eternamente ausente.
En el vasto firmamento, un baile de luz comienza,
los astros en su danza, en el cielo se entrelazan,
brillantes y radiantes, destellos de belleza intensa,
un poema celeste que en el universo se abraza.
La Luna, serena y serena, reina en su esplendor,
con su resplandor plateado, ilumina la noche oscura,
como un faro celestial, guía en cada rincón,
susurrando secretos de amor con su mirada pura.
Marte, el guerrero rojo, con su misterioso fulgor,
una joya en el cielo, imponente y singular,
inspira a los soñadores a buscar más allá del horizonte,
y conquistar nuevos mundos, desafiar su propio mar.
Júpiter, el gigante de gas, con sus lunas en compás,
un sistema estelar en miniatura, en órbita leal,
con sus anillos majestuosos, un espectáculo sin igual,
nos recuerda la grandeza del universo celestial.
Y ahí está Saturno, con sus anillos deslumbrantes,
una corona cósmica que lo envuelve con elegancia,
un planeta fascinante que cautiva los semblantes,
una joya celestial que despierta la admiración constante.
Los astros, soles lejanos, millones en el cielo aleteando,
nos regalan su brillo, su energía, su misterio,
nos invitan a soñar, a explorar lo que están guardando,
y a contemplar la maravilla de su vasto imperio.
En el poema de los astros, la poesía encuentra su voz,
en versos que titilan como estrellas en la noche,
nos sumergen en un viaje hacia lo desconocido y atroz,
y nos inspiran a elevarnos, a buscar la belleza sin derroche.
Así, en el lienzo cósmico del universo inmenso,
los astros se convierten en letras de un poema celestial,
en cada verso, un destello de su encanto inmenso,
y en cada estrofa, un recordatorio de su poder especial.
Que este poema de los astros sea un homenaje,
a su majestuosidad, a su presencia inigualable,
y que en cada palabra, en cada línea que despliega,
encontremos un vínculo eterno con lo incomparable.
En el poema de los astros, el universo se hace poesía,
y la poesía se convierte en un portal hacia lo estelar,
que este canto celestial nos guíe en nuestra travesía,
y nos inspire a seguir explorando sin cesar.
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Autor:
☄🌌UniVerso🌌☄ (
Offline) - Publicado: 1 de junio de 2023 a las 19:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Offline)
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