DÁMOCLES

Allen Andree

Se perdió el águila

Solo su rastro queda

Un vacío doblemente existente

Una convicción desviadamente nueva

 

En los caminos se siguen oyendo un graznido

Un ave herida quisiera lamer sus heridas

Pero su pico solo horada más su vacuidad

Qué compasión ofrece la tierra se pregunta

 

Una esperanza se renueva por más que intente caer

A su alrededor los escombros son parte de su inmanencia

Tal vez necesite un santo para su salvación

A lo lejos un susurro acompaña su amargura

 

Signos de vitalidad doliente

El ave mira el cielo y acusa a dios de su existencia

Siente un dolor cebado en el abuso de los primeros juegos

Culpa el Sol por castigar a Ícaro

 

Va al pilar de las penas

Clava la asperesa de sus plumas

Vuelca la ominosidad de su presencia

Acaricia su pena

 

Susurra y ahoga su celda

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