Hebras de sol y plata atraviesan
las ramas de encinas
Con sus dones mágicos
cual Rey Midas
lo llena de tonalidades
verdes dorados, azules y violetas.
Por el retorcido camino regresa
un rebaño de ovejas
dejando tras de sí
una nube de polvo amarilla.
Declina la tarde entre el silencio del campo.
Retorno mis pasos por un atajo.
Me hago cargo del sol a mis espaldas
Acompaño mi sombra,
de vuelta a casa...
con la magia en las pupilas.
Ore
Acuarela y pastel. Autor Ore
- Autor: Ore (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2023 a las 03:34
- Comentario del autor sobre el poema: Siempre conmueve el atardecer por pobre o llamativo que sea y más emociona todavía aquel resplandecer abrumado y final que oxida el límpido llano de encinas cuando el sol último se ha caído por esa luz tan esti rada y desigual, esa percepción de sombra inexistente que impone al espacio, y se siente que el crepúsculo ha entrado, los pájaros guardan silencio y que cesa de golpe, como cesan los sueños cuando nos damos cuenta que soñamos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Original Oriflama Infinita, Mauro Enrique Lopez Z., Ed-win, yunque
Comentarios1
Se siente ese atardecer , bellas imagenes nos pintaste en tus versos
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