Estrella de la noche roja, evoca un lirio negro.
Crea una disociación paralela en dónde transmutan los sueños.
Espíritu del cosmos, hija del frenesí, de nombre desconocido con ojos sin voz,
piel marcada y Sonrisa invertida, rie entre lágrimas y sangra con mentiras,
brinca entre espacios sin futuros cercanos, entre estrellas colapsadas y espejismos de engaños.
Noche de fuego es lo que crea al tacto, intenta besarla y te somete en el acto.
Fue creada para la luz, por eso brota en la oscuridad, purificando la verdad y enamorando a los demonios.
Embriaga de amor a la lujuria y dulcifica tus sentidos.
Lagrima del sol ascendente, invoca al lirio blanco en noche creciente.
Ojos negros abismales con voz calmante, y piel de viajero de alma distante.
Reta a la cordura y te embelesa su nobleza, intenta poseerlo y te quitará la vida con certeza.
Días de invierno es lo que provoca amarlo, su escencia corrompe la inocencia de perdonarlo.
Fue creado de la oscuridad para soportar la luz. Te abraza de agonia y controla los miedos,
Juntos crean el enigma de su tiempo, aquel código grabado en la energía de su recuerdo.
Estabilizan la balanza de lo imposible y lo probable, el ying y el yang de lo cambiante e inmutable.
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- Autor: Artemisa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2023 a las 02:01
- Comentario del autor sobre el poema: ☯️
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, José Luis Galarza, Mauro Enrique Lopez Z.
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