Quedó sin pétalos la rosa
—ofrecida en bandeja de plata
a mis instintos—
Miré el cielo y llovieron
espinas. Heridas abiertas
compiten con la flor, serpentean
hilillos de vida.
Murió el canal transmisor
carcelero sin llave maestra,
marchó el caballero a la guerra.
Carnes que fueron de fiesta
palidecieron, presionadas por cintos.
Mi boca, reseca por la ausencia
ya no tiene brocal, ni sabe
aguardar otra primavera.
Bebí del agua salobre
Y ahora
mendigo en la arena
un manantial donde empapar
la lengua.
- Autor: J.R. Infante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2023 a las 06:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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