uN áNgEl… (Poema 329)

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uN áNgEl… (Poema 329)

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Una vez clamé para que fueras mi ángel

ahora mi pregunta es:

¿quieres ser mi ángel?, ¿dime?

¿lo quieres ser?, ¿sí?

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Porque cuando:

mis carnes se rompan de amargura

cuando las malditas venas se desangren

por el dolor que me embargue

al fluir de un río de desilusión

que acongoje mi corazón:

buscaré un ángel que me salve.

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Porque cuando:

la torpeza sea mi perdición

cuando la rabia nuble mi consciencia

mis huesos tiemblen perdida la inocencia

y mis carnes se rompan de amargura:

acudiré a un ángel que me salve.

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Porque cuando:

la oscuridad me tiente abrumadoramente

cuando las migajas de amor

ya no lleguen a mi contrición

y el más feroz de los abismos

mi presencia clame:

sólo un ángel salvará mi esencia.

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Porque cuando:

disfrazado de agrado

me persiga por cada rincón

la putrefacta forma del engaño:

clamaré perdón al ángel salvador.

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Porque cuando:

abrigada por sus alas de plumas nobles, suaves y arco iris

cuando el ángel salvador llegue a mi…

partiré para siempre lejos de él,

lejos del maldito y cruel dolor de este humano corazón,

lejos del torrente rojo cobrizo de mi sangre putrefacta

derramada por doquier...

para que en una alfombra de nubes de algodón

sin el dolor intenso y fiero que por él... 

devora mi maldita esencia,

ya el engaño no volverá a mí…

eternamente dormiré envuelta en la sensación sin presencia,

con el ángel partiré a su mundo de canción,

allí eternamente quedaré suspendida sin tiempo sin distancia,

sin cuerpo, sin dolor, sin yerro

y nunca más por él... lloraré en las cascadas de infinito anhelo.

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¿Quieres ser mi Ángel?

ven, que imploro tu ¡perdón! ángel de corazón…

arranca mi dolor…

al mundo de ensueños lleva mi canción.

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RDA Esther J. Londoño Arbeláez -esthelarez. de Colombia