El sueño

Anne Black

Que horrible es soñar contigo, despertar y sentir ese gustito amargo que recorre mis venas y la memoria traicionera transforma mi mañana en el eco de las seis palabras que forman tu nombre. Y se repite de manera continua prohibiéndome distraerla con el frío polar que afuera esta haciendo y que mi cuerpo siente como nunca antes. - tal vez la vejez me esté apretujando un poco -. Si aquel 2009 no hubiese pegado tan duro ahora no estaría pensando en ti y mucho menos sacando tu foto arrugada de mi cajón para verla un rato largo antes de volverla a guardar. No estaría escribiendo como si te escribiera directamente a ti, no tendría estas ganas locas de verte y todo estaría bien. 
No se por qué cuando pienso en ti también pienso en mi escritor favorito, tampoco entiendo del todo que significas realmente y cuánto hay de ti en mi. No obstante ten por seguro que esto pasara y volveré a mi realidad. Dejaré de añorarte hasta nuestro próximo encuentro en el sueño ligero de una madrugada fría y pesimista. Que no será mas que un sueño cruel, un sueño que solo yo sueño y que a ti no te pasa ni pasará y ese es mi castigo por amarte tanto, por la terquedad de querer amarte tanto siendo tú tan ajeno. Tal vez en la siguiente ocasión te cuente cómo es ese sueño que sueño cada vez que me acorrala inconscientemente el recuerdo y la sensación de sentirte cerca. Tal vez ya no me asombra el hecho de llevarte presente desde que abro mis ojos, y  que seas mi último pensamiento antes de dormir y lo único que veo desde el fondo de mi corazón. Puede ser que me obligo a no olvidarte de mil maneras creando la esperanza de algún día estar entre tus brazos o que tú estés entre los míos. Quizás sea eso y por eso te sueño como te sueño y te siento como te siento en mi piel. 

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