Oda al tiempo

Nitsuga Amano

Mis manos, arrugadas testigos de historias escritas, espejos del tiempo que se desliza inexorablemente. Mis ojos, observadores silenciosos, han visto cómo las estructuras que se alzaban hacia el cielo se desvanecen en el olvido, erosionadas por los vientos del tiempo.

 

 

El amor, eterno protagonista de desencuentros, susurra al oído de la soledad en su romance clandestino. La memoria, un cofre de momentos efímeros, grabados en el alma como cicatrices que se tiñen de colores y se desvanecen en el laberinto del recuerdo.

 

 

Bajo el yelmo de la existencia, espero el momento de la lucha, consciente de que la vida no concede pausas ni descansos. La rutina, ese monstruo insaciable, acecha en cada esquina, pero aprendo a desafiarla con pasos certeros y mirada fija en el horizonte.

 

 

La vida despliega su relato implacable, revelando que somos meros espectadores, lectores condenados a conocer el desenlace antes de que la trama se despliegue. Somos marionetas en un teatro trágico, atrapados en la danza eterna del destino.

 

 

Amor, tú, una entidad elusiva, te deslizas entre las grietas del tiempo, dejando huellas efímeras en mi piel. Eres la caricia suave que acaricia mi alma cansada, el beso que anhelo en la oscuridad de mis pensamientos más sombríos. Eres la melodía melancólica que resuena en los rincones de mi existencia.

 

 

La vida, esa implacable maestra, es una piedra en el camino que he aprendido a sortear. Como un malabarista en la cuerda floja, equilibro mis pasos entre el abismo de la monotonía y la promesa de la liberación. El tiempo, ese carcelero inquebrantable, dicta su ley mientras yo intento desafiar sus cadenas.

 

 

En cada vuelta del reloj, el pasado se desvanece como una sombra que se diluye en la noche. El futuro, ese horizonte incierto, se desdibuja entre las brumas de la incertidumbre. En medio de este torbellino, aferrándome a los momentos efímeros, encuentro la esencia misma de la existencia.

 

 

Los años avanzan, implacables, marcando nuestra travesía por este laberinto llamado vida. Somos peregrinos en busca de respuestas, enredados en las redes del tiempo, pero también portadores de la llama eterna del conocimiento y la sabiduría.

 

 

Así, bajo la efímera mirada del atardecer, me sumerjo en el río del tiempo, dejando que sus aguas me arrastren hacia la eternidad. En cada vuelta, en cada página de mi historia, encuentro el eco de mis propias palabras, escritas con la pluma del destino y entrelazadas con los hilos del misterio.

 

 

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Comentarios2

  • MISHA lg

    letras llenas de pensamientos y sentimientos poeta para reflexionar
    gracias por compartir
    En cada vuelta del reloj, el pasado se desvanece como una sombra que se diluye en la noche. El futuro, ese horizonte incierto, se desdibuja entre las brumas de la incertidumbre. En medio de este torbellino, aferrándome a los momentos efímeros, encuentro la esencia misma de la existencia.
    besos besos
    MISHA
    lg

    • Nitsuga Amano

      Un gusto compartir, saludos

    • Omaris Redman

      "Amor, tú, una entidad elusiva, te deslizas entre las grietas del tiempo, dejando huellas efímeras en mi piel. Eres la caricia suave que acaricia mi alma cansada, el beso que anhelo en la oscuridad de mis pensamientos más sombríos. Eres la melodía melancólica que resuena en los rincones de mi existencia."

      Lindos versos!

      • Nitsuga Amano

        Gracias colega por disfrutar de mis palabras un abrazo desde la distancia



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