La gallina ciega.

el brujo de letziaga

Repaso con la mente las cosas del ayer y las comparo con el presente para divagar inútilmente durante horas y horas y pulso a pulso con mi interior; intentando tomar conciencia exacta de las exigencias del cartón-piedra de lo cotidiano... que a veces me resulta agonizante debido a los entresijos de tantas esperanzas fallidas de aquellos que agudizan fracasos y desventuras.

 

¡Cuantas veces hemos jugado a la gallina ciega!
Haciendo la vista gorda a la gente que andaba con la casa a cuestas y que vete a saber por donde andarán ahora, en que lugar perdido del mapa estarán luchando contra el desaliento.

 

También pienso en la última tarde que escuché el frío silencio de la nieve cuajada sobre los gritos desesperados de árboles talados, de pájaros sin alas, de esos hombres que les falta el pan suyo de cada día porque otros se lo comen sin ningún miramiento.

 

El ver temblar sus adentros con jadeos fatigosos a tantos viajeros con infortunio que miden el tiempo en trenes invisibles con paradas pero sin estaciones ¿en busca de qué? A lo mejor en la búsqueda de un libro en un andén cualquiera donde se lea “es en vano todo consuelo”

 

No soy libre ni ajeno a ello, y creo que algo soy cuando me interno en mi pensamiento pero estoy sin presencia con ellos porque me comporto como el aire contaminado. Es como si cada vez que escribo algo lo quemara y el viento sostuviera lo reflexionado para que se transforme en solo ceniza volando.

 

Todos tenemos un pasado que comienza con el prólogo donde una estrella dibujó nuestro nombre y donde nada estaba pintado de antemano, y los colores sin forma que se van creando en lo abstracto son las vidas de espanto con las que nos hemos ido cruzando por el camino.

 

Existe si..., existe un sol que arde sobre las playas de las voces con cadenas y sus llamadas se funden al chocar contra el viento de tanta indiferencia.

 

Y yo escribo mis reflexiones, pero son palabras inútiles donde sé que mi verborrea es de corto alcance y por mucho que me empine no sirve para nada y mas bien parecen el argumento de una película de terror donde yo soy su acomodador y el film se titula:

 

”Cuantas veces hemos jugado y seguiremos jugando a la gallina ciega”

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