PLEGARIA DE DOMINGO -POR ESA ACHURA LLAMADA CORAZÓN

 

“Tengo una achura en el pecho que se llama corazón

Es como un cencerro gaucho con un badajo cantor…..” A. Yupanqui 

Este tiempo de Junio tiene, para los católicos, un particular significado.

Se celebra el día del Sagrado Corazón de Jesús y luego el del Inmaculado corazón de María.

En nuestro País, hoy festejamos el día del Padre.

Y si bien mis sencillas Plegarias nunca siguen al pié de la letra las lecturas de la Palabra que cada domingo nos invitan a reflexionar, creo que hoy, escuchando a Jesús sobre reunir al rebaño cansado, agobiado, perdido, el tema en común a todo es el rol de Padre (y Madres) que día a día cumplen ese rol social indispensables.

Sea genético o del corazón.

Por lo tanto, en esta simple plegaria quisiera agradecerte Padre, por el corazón que me has dado.

El significado del corazón es, sin duda, aquello que refleja un sentimiento y que une a todos los seres humanos.

Hablar del corazón es hablar del sentimiento, de las bondades y virtudes del alma de una persona.

El andar los caminos que se fueron presentando con el paso de los años, para quienes hemos desarrollado la virtud de la observancia, nos fue dejando el tesoro de habernos cruzado con muchísima gente.

Y así aprendimos el lenguaje del Sagrado Corazón de esas personas.

Ese lenguaje universal que a veces no necesita ni traducción ni títulos universitarios.

Simplemente el oficio de la vida.

Esa vida que se aprende cuando uno la mira a través del cristal de una lágrima donde reina el desconsuelo y la soledad.

Esas personas que hoy más que nunca se van haciendo presente en la necesidad del otro.

Con aquellas que nos vamos encontrando en cada paso.

En sus necesidades, en sus logros, en sus soledades.

Son entonces tiempos de crecimiento.

Quizá en la intimidad de nuestros corazones alguna vez podamos entender lo que significa crecer a la sombra de esos corazones que la vida nos va poniendo a la par en el momento exacto.

Quizá en la intimidad de mi corazón alguna vez pueda completar esa Plegaria que voy buscando hombre adentro cada Domingo.

Es probable que así sea como nacen los verdaderos rezos, esa mágica manera de comunicarse y agradecer al Padre tanto tenido y pedir un poquito de aquello para tener.

Son tiempos difíciles.

Son tiempos de egoísmos, de cinismos, de hipocresía, de mentiras y soledad.

Por eso creo que tenemos que mirar ese corazón que retumba dentro del pecho y ver lo que hemos ido atesorando dentro de él a lo largo del camino.

Evidentemente el camino es por allí, por el lado del corazón, aunque nos cueste entenderlo y atenderlo.

Te pido por aquellos padres que hoy no están ya que les debemos ni más ni menos que la vida.

También te pido por nuestros hijos son el motivo de nuestro andar diario.

Aquellos que los tienen y pueden disfrutarlos, también alimenten el corazón .

Abreven de ellos y repartan, porque ellos son el motivo de nuestros latidos.

Ello nos renuevan la energía día a día.

Buen Domingo

LHS