En estos días,
en estas noches,
el amasijo de letras
se diluye en espasmos
inconclusos,
y residuos de estrellas
pronuncian lo delicioso de tu nombre,
y que lento, que decae la dicha,
y se crece en desgracia,
y con fuerza se estremece un halago,
se dispara un lamento,
se suicidan amigos, el ojo por ojo,
el ego, el reojo, la indirecta tuerta,
el enojo, el piojo, la tiña, la pericia,
y la decadencia, el endiosamiento,
el aislamiento, y el supremo cretinismo
construye un enorme abismo.
Somos apariencias, y no somos nada exquisitos.
La soberbia danza, la arrogancia es ley,
La falsa sociedad, el hambre y lo pretensioso
que somos, las ambigüedades, las tuyas, las mías,
las falsedades, las terquedades, la elocuencia
alucina, escribiendo de nuevo sobre la miasma,
El Yo Soy, y el no eres nadie, sos ninguno.
La moda brilla es los puñales.
Arden las espaldas, se asesinan las voces.
- Autor: José Ángel Pineda ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2023 a las 00:12
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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