Mi infancia fue un cielo azul, cubierto de nubes pintadas
Por lo blanco del algodón en septiembre y lo amarillo del lapacho en noviembre.
Mi castillo: un árbol de mandarinas, con un pequeño cardenal
pintando las tardes de un rojo primaveral.
Soñaba con poder tocar lo naranja del horizonte otoñal.
Pero me conformaba jugar con el dueño del sol,
Del cual me hice amigo en una siesta, entre el sueño y el calor.
Mi infancia fue en fin cuatro colores y un suave olor
mezcla de brasero encendido, del cigarro de mi abuela
envuelto de sueños y de amor.
- Autor: Pleroma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2023 a las 07:49
- Comentario del autor sobre el poema: Poco queda en la memoria de la infancia, pero de vez en cuando, se materializa en versos. Gocemos pues todos...
- Categoría: Familia
- Lecturas: 8
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.