**~Novela Corta - La Burbuja de Cristal - Parte I~**

La vida de Cristal se creó como se imaginó en la oscura habitación imaginando a su esencia y a su presencia como una única en el mundo. Cristal, un jovenzuelo de apenas veinte años, desea y quiere ser un travesti en su existencia, pero, en realidad, no sabe nada de la vida de un travesti. Él siempre se imaginó a un hombre sólo vestido de mujer, con uñas largas, y maquillaje hermoso y por supuesto cabello bien pintado y muy bonito, pero, las medias, ¡ay, de las medias!, tenían que tener diseño y ser bien exóticas y más que eso tan hermosas como el mismo cielo. El travesti llamado Cristal, era así tan delicado como el cristal, que si se rompe o se desbarata es como romper en pedazos a su débil, pero, muy humanitario corazón. Cristal es un sencillo jovenzuelo y débil su alma quedó como el suave cristal, como un delicado espejo era su alma en que se ve y se forja como sencillamente como es ser guare desde su propia alma. Y el cristal espejo de su alma, pecado de su insistencia y por la poca tentación de creer en su cuerpo un pedazo de mujer abierta hacia el mismo universo. Y quedó el joven como el cristal, como sólo un pedazo de cristal se forja una verdadera mujer en el camino destrozando piedra a piedra y roca a roca. Y Cristal se identificó como Cristal, la mujer travesti del corazón amado de la calle y de la avenida y en la discoteca llamada El Corazón Vivo, se llenó y se llenaba más y más de travestis. Cristal un joven novato o un ̈rookie ̈, se maquilló de tal forma y se vistió de tal manera que quedó sólo a la imaginación del hombre deseo y complicidad, pasión y vehemencia carnal. Salió de aquella habitación donde guardó oscuros deseos, y veraniego descontrol, cuando después de salir un día de la escuela, decidió ser un loco y atrevido, pero, hermoso travesti. Y su nombre sería Cristal, como el cristal soplado o el cristal de vidrio, o el cristal débil en poder romperse de tal manera que fuera hiriente a su sólo sentido. Y Cristal se miró en el espejo, y en aquel pedazo de cristal que forma el espejo, en aquella habitación oscura cuando en el alma de Cristal se vio formando un hueco o una cabida en espelunca en su débil, pero, fuerte en su corazón. Cristal se formó en la oscuridad, en el temor a ser rechazado por la sociedad, pero, en el trance de la verdad se edificó su presencia como electrizar el cuerpo en vestidos de mujer y con medias fascinantes y tan hermosas como el mismo cielo. Cristal va hacia el rumbo de la vida, y de la poca existencia cuando ocurre en el desastre de creer en el cambio pertinente, radical, y misterioso de un jovenzuelo o un hombre hacia una verdadera mujer, en la cual, y se electrizó la forma de dar una sola señal en la que el mundo se intensificó la vida de un hombre como travesti. Si Cristal se fortificó su fuerza cuando entró a aquella discoteca llamada El Corazón Vivo, y miró las luces nuevas y de colores nuevos, cuando sólo quiso ser como aquella nueva vida que comenzó a irradiar como el reflejo del sol en el mismo cielo. Y vio a aquellas medias ¨pantyhose¨ de colores, las cuales, les fascinó y les encantó como nunca. Cuando a la verdad, se electrizó la forma de ver su silueta formando a una bella mujer, pero, llegó el momento de dormir un sueño, y con la ilusión creó a un gran travesti de ensueño, de magia, y de color, cuando sólo creó a la burbuja de Cristal. Si en la insistencia se dedicó el joven en ser como la nueva aventura en poder creer en el sueño perdido en ser como la burbuja de Cristal. Si se percibe en el alma una buena sorpresa como la espera inesperada de dar con una señal que se percibe como la burbuja de cristal. Sí, como la era nueva y la magia de una aventura nueva, cuando en el alma sosegada de un sólo espanto, se vio el joven y el hombre como toda mujer. Cuando el alma empieza a discernir suave y delicado, sosegado e impetuoso, como el alma en el juego del amor por ser un travesti. Y Cristal, como el alma en la luz, o como en el cielo de las medias que más le encantan y le fascinan a Cristal, se vio mortífero y letal como la daga fría de un convenio frío. Si Cristal se vio como la fuerza o como al débil corazón, pero, con el corazón muy vivo y extrañablemente en el interior su cometido en caer de bruces o de rodillas hacia el más imperioso momento o instante de esos en que sólo el sol brilla y como en la tarima un sólo sueño deseando abrir el comienzo de su existir. Y Cristal como un indeleble sueño se vio como letal y como tan inmortal, si en el insistente delirio se edificó la forma más irreal, como ir lejos de la mala situación en creer en que su silueta de hombre se había convertido en una bella mujer. Cuando en el delirio y en la forma más nefasta se intensificó como la forma más real, pero, más verdadera en poder creer en el alma llena de luz, pero, en el afán de dar una comitiva sin ser favorable para Cristal. Y Cristal como en el intercambio de un reflejo de luz, se ve como el mismo sol, pero, en cambio era sí como la lluvia mojando sus sentidos en un intercambio entre el odio y el amor. Y Cristal como en su alma descompuesta de un sólo espanto, se entristeció por tanto en que sólo el desafío fue reversible. Y como un susto dentro del ocaso se revolvió el desastre de creer en la burbuja de Cristal cuando en el trance de la verdad se electrizó la forma de caer en ser sólo un travesti. Y su identidad fue siempre ser un verdadero hombre, pero, en el reflejo de su alma en el espejo del alma, pero, como una bella mujer. Cuando en el alma de Cristal se vio como efímera es la verdad, como un trance perfecto, y como un delirio frío, como el que se cuece de bondad inocua la misma alma o como ¡ay, de las medias!, como el mismo cielo. Si Cristal se electrizó la forma de creer en el alma de empuñar la certeza más impoluta. -¨Y el pecado, ¡ay, del frío pecado!, en ser alguien que Dios no mandó en ser, si la voluntad de Dios fue que yo fuera hombre y no mujer, ¿por qué estropear la voluntad de un Dios que no ve que soy una bella mujer? o es que, ¿acaso no sabe Dios que el corazón así se siente como en ser una verdadera mujer? Cuando en el alma de Dios es fría como el hielo o como el mismo desafío frío, cuando la voluntad de Él, la sobrepasé con mis actos y no con mi cuerpo vestido de una mujer que realmente no soy interiormente¨-, y se dice Cristal, cuando crea a la burbuja de Cristal, en una noche de tempestad y de fríos inherentes. Y Cristal imaginando que su cuerpo es una bella mujer como las de las películas o novelas en la televisión, pero, su insistente coraje del corazón enamorado se perfila como poder creer en la burbuja de Cristal como poder misteriosamente ocultar o en subrepticio dolor hacer desaparecer al hombre que existe dejando abrir paso a la bella mujer que existe dentro de ese cuerpo lleno de nervios y de miedos, cuando en el temor se hace como se nace, y Cristal nació hombre, pero, siendo una mujer lo llevó lejos de allí mismo hacia la discoteca llamada y de nombre ¨El Corazón Vivo¨. Cuando en la insistencia de Cristal en ser una mujer fue más indeleble que amar con su corazón muerto de un espanto seguro. Y en el corazón de Cristal una sola ilusión, si solamente se fraguó en numen la invención de un misterioso disfraz y con un antifaz ocultando la identidad verdadera de una bella mujer, siendo sólo un hombre y tan débil como la misma fuerza en poder ser como una mujer. Si Cristal se vio como se vio, como una hermosa mujer y bella como el cielo o como el mismo universo, edificando su estancia como vacaciones frías de un tiempo en que se disfruta como el verano veraniego que se da en el momento. Y Cristal en su habitación y a oscuras inventando e imaginando el disfraz de la burbuja de Cristal para entrar y realizar un ¨show¨, ocultando su propia identidad. Y Cristal se siente como en una nube lleno de ilusiones nuevas sospechando que en su corazón sólo se siente como el aire o como el viento como poder saber de una sola verdad. Deleitando la voz de una mujer y cerrando el gaznate de un hombre sobre ésa mujer que desea ser Cristal. Cuando arde como arde el dolor en el alma, o como la seriedad del ocaso vivo sobre aquel verano de luz veraniega. Y sintiendo el suave desenlace fatal de mirar a sus ojos maquillados como una bella mujer se perfila como una mujer travesti y no como un hombre como así es la voluntad de Dios. Si Cristal se tornó desesperadamente inocente el dolor es. Porque cuando en el suburbio mágico de creer en el alma fue como una sola verdad intransigente de creer que su alma pide un perdón, pero, no, no era imaginativo sino pensando en el frío pecado que le hierve a la sangre. Porque cuando Cristal piensa en realizar su primer ¨show¨, como la burbuja de Cristal, se aferró al despecho, a la ira, y al pecado frío de entrever el coraje de sentir en el corazón un suave desnudo y era sobre el pecho que siente desaparecer cuando su pecho no tiene pecho real sino un postizo que delibera en creer que el trance perfecto se da como lo más perfecto de una sola ira que irá destruyendo su propio pensamiento. Y Cristal se vio como las sombras o como las penumbras en soledad cuando en el intercambio en querer amarrar el odio se siente como el terrible amor sobre en ser lo que más quiso ser: una bella mujer. Cuando se siente Cristal como el desapercibido momento en que el instante se siente como el suave delirio destrozando el delirio frío. Y como una mentira que se sabe la verdad se siente como se percibe el deseo de creer en el comienzo de una sola insistente caricia como la luz en el alma. Porque cuando en el alma de Cristal se vio como el frío indeleble en poder creer en el alma sosiega de un espanto nocturno cuando en esa noche en esa habitación creó e imaginó a la burbuja de Cristal esperando abrir brecha y poder conseguir una labor que le agrade y que vaya con el ritmo de su plenitud existencia. Y Cristal en el afán de laborar como travesti fue su forma más clara y más contundente de creer y de sentir el suave desenlace fatal en dar una sola señal en poder creer en el sueño en ser un feliz travesti.     

Continuará…………………………………………………………………………………………..        

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez

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