Una vez más las palabras me sanan la niñez

alegazpa

 

La opresión del corazón en la niñez...

Es la cárcel más cruel.

Sentía que siempre le debía a alguien

y me daba nada a mí.

Fueron estas las causas de mis trastornos

o fueron los trastornos sus causas.

No importa.

Hoy solo quiero ser árbol que crece.

Y pájaro

que descansa en sus ramas,

para luego, alzar el vuelo

y recordar en las altas cumbres

las tardes con mi padre.

Que nuestras risas bañen los ecos

de esos vacíos

donde las montañas se abrazan.

Comunico al alma

que mi vida lleva

porque las rejas lúgubres

ya las traspasé.

Hago esto sin más fin

que calmar esa necesidad

de plasmar lo que me nace.

La reticencia me consume,

quiere que no palpite la fe

en la escritura.

Me engaña con un "para"

y un "por qué"

cuando es simpleza

de sentirme portador.

"La poesía es de quien la lee"

me dijo un amigo,

por eso, escribo

sin importar los ojos que me juzguen.

No voy a mostrar nada

que nadie no sienta, o no sea.

Digo adiós al miedo

a esos juicios ajenos

que tenían mi crecimiento estancado.

Soy.

 

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