En el paraíso radiante de tus ojos,
donde todo lo bello y lindo sucede,
donde todo lo que habita es color rojo,
donde solo sale vivo aquel que puede.
El hechizo de tus ojos rojos nos domina,
pero el brillo de tu sonrisa nos revive.
Nada mejor que aquel tatuaje que combina,
con el rojo de tu escancia y de la mía.
Son tus cabellos rojos como el fuego,
el lugar que nos invita a perder la razón.
Eres la mujer más bonita, desde luego,
¡Pero también la mujer con más decisión!
Y eso enamora, eso deslumbra más que nada,
porque la belleza es pasajera y también es aislada.
Pero una mujer empoderada y segura de sí misma,
multiplica por un millón su carísima, y la hace mejor.
Llorar no es malo a veces, y nunca lo ha sido,
y si a pesar de eso el dolor no ha desaparecido,
aquí estaré yo para poder remediarlo,
¡Aunque me resulte imposible intentarlo!
Pero sigamos con el rojo, con tu rojo, nuestro rojo,
que es el color de tu mente, ¡Lo que tanto te envidia la gente!
Y lo que te hace NO ser una mujer cualquiera,
¡Porque además eres la más hermosa enfermera!
Es imposible vencer a quien no se rinde,
y que Dios mucha más fuerza te brinde,
porque tú más que nadie sabe bien de eso,
porque no cualquiera merece tus besos
y menos tu corazón.
Mereces seguir de pie y volar alto,
¡Y ten por seguro que darás ese salto!
Solo no pierdas la paciencia ni el color rojo,
¡Y mucho menos ese lindo brillo en tus ojos!
Y si a pesar de todo, un día tu rojo
pareciera que puede llegar a su fin...
¡No te preocupes! ¡Lo resolveremos!
Pero siempre juntos, mi querida Yeraldine.
- Autor: Brian Carmona ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2023 a las 13:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales
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